La noticia la oí en la radio, pero no he encontrado los detalles en ningún periódico: una mujer logró tutela de los tribunales en Francia por considerar justificado el impago de una renta  (creo que de 200 euros) por el arrendamiento de una vivienda de...¡4 metros cuadrados!.
No sé qué argumentos habrán dado los tribunales, pero se pueden adivinar: habrán considerado que un contrato de arrendamiento de vivienda de cuatro metros cuadrados, por más que lleve la firma de arrendador y arrendatario, es nulo porque no puede denominarse vivienda a un zulo de 4m2 y porque en todo caso sería un contrato denigratorio contrario a la moral pública.
Es un buen ejemplo para insistir en un estribillo que de vez en cuando repito en este blog: que las normas de protección de derechos tienen que ser rígidas (estableciendo sin fisuras unos mínimos de protección), porque la flexibilidad sólo beneficia a quien puede imponer sus condiciones. Que no todo acuerdo derivado de la necesidad es válido por el hecho de llevar firma, y que los tribunales no pueden prestar la fuerza coactiva del Derecho al servicio del cumplimiento de contratos indignos.
Un trabajador en estado de necesidad, como hoy hay tantos, estará dispuesto a trabajar con una jornada de diez horas y a cambio de un salario inferior al salario mínimo interprofesional. Firmará el contrato. Los más liberales preconizan suprimir las rigideces de los mercados (en particular, del mercado laboral) para no entorpecer el libre juego de la oferta y la demanda, que según ellos es lo que mejor asegura el logro del interés de los particulares, sin interferencias intervencionistas del legislador.  Como si un padre o una madre de familia en estado de necesidad estuviera en condiciones de alcanzar un acuerdo negociado con el empleador que le dice "o lo tomas o lo dejas". El Derecho no puede admitir la validez de esos contratos.
Cualquiera comprende que no se puede alquilar un zulo como vivienda, por mucho que la desesperación fuerce a una mujer a firmar ese contrato para al menos tener un lecho y no dormir a la intemperie. Los tribunales no pueden proteger el derecho a cobrar una renta por semejante vivienda, porque como tal vivienda (distinto sería si se tratase de un almacén) es vulneradora de la dignidad de las personas. También hay salarios, jornadas laborales, condiciones contractuales que son indignas, y el ley debe trazar una frontera nítida que no pueden traspasar los contratantes. Y si las traspasen, que allá se las apañen ellos, sin pedir amparo a los tribunales. Que eso comporte que la mujer, sin capacidad para alquilar una vivienda más digna, se quede en la calle, generará un problema social de atención a necesitados. O una revolución, si la situación se generaliza. Pero es mejor blindar por ley unas líneas demarcadoras del juego del mercado y de la dinámica contractual. Sencillamente, lo intolerable no puede solicitar amparo judicial. Dicho de otro modo: la usura ha de ser reprimida.
Caminamos hacia una sociedad de la usura, en la que a los pobres se les ofrece sólo el acceso a zulos: un trabajo indigno, una vivienda indigna. En el mundo de la exclusión (que se agranda en momentos de crisis), el mercado no asegura la dignidad de los acuerdos. Ahí tiene que estar la ley y la política, enarbolando un "No pasarán" contundente y rígido. Aunque eso suponga que determinados tratos no sean posibles, que la oferta y la demanda no puedan a veces cruzarse.

6 Respuestas

  1. Me da la impresión de que la noticia la habrán sacado de algún "yahoo noticias" o similar porque considerar vivienda un agujero de 4m2 es imposible, sin más. Tendrían que meter en la cárcel al arrendador. Así que sería una noticia mal leída o parecido.
    Ignorando la noticia es imposible no estar de acuerdo con todo lo que dices. Aun así, yo te diría, si me lo permites, que reproducir eslóganes que nos retrotraen a tiempos muy duros para todos los españoles no son buenas ideas. Deslizar, como quien no quiere la cosa, viejas pancartas no ayuda nada en tiempos en los que la desunión es precisamente parte de la crisis.

  2. ¿Te refieres al "No pasarán"? Permíteme ese uso desmilitarizado y democrático… ("la ley y la política"…)

    Para los más jóvenes, esto dice la wikipedia sobre el "no pasarán":

    «¡No pasarán!» (francés: «Ils ne passeront pas», inglés: «They shall not pass») es el lema usado para expresar la determinación de defender una posición contra el enemigo. La primera referencia a su uso se encuentra en la Batalla de Verdún en la Primera Guerra Mundial por el general francés Robert Nivelle (aunque hay quien se la atribuye a su comandante, Philippe Pétain). Aparece después en carteles de propaganda, como el de Maurice Neumont después de la Segunda Batalla del Marne, con la forma «On ne passe pas!», que será la forma adoptada en las placas de los uniformes de la Línea Maginot. A menudo interrelacionado con el «¡Ni un paso atrás!»

    Más tarde durante la Guerra Civil Española (1936–39) fue usado en el Asedio de Madrid en la famosa forma «¡No pasarán!» por Dolores Ibárruri Gómez, La Pasionaria, –una de las fundadoras del Partido Comunista de España–, que lo toma de un cartel realizado por el pintor algecireño Ramón Puyol para el bando republicano. El artista narra del siguiente modo el nacimiento del cartel:

    "Nunca pensé que podíamos perder la guerra; no lo creía nunca, hasta última hora cuando todo era irremediable. De ahí nació. Dolores Ibarrruri ‘La Pasionaria’ lo vio y dio el visto bueno para impresión como consigna de guerra. Después en la II Guerra Mundial, el famoso cartel y su frase serían también utilizados en los frentes aliados"

  3. Excelente entrada. No puede permitirse que se pisotee a quienes no tienen dinero para subsistir, a esos hay que protegerlos de todo depredador. En creciente en estos tiempos macabros.
    Saludos

  4. Creo recordar que una ministra socialista, propuso construir viviendas de 30 metros cuadrados, intentando bajar los desorbitados precios de entonces en la vivienda, todo el mundo se le echó encima, pero no sé lo que tendremos que ver ahora…

    bss

  5. Anónimo

    De acuerdo con el autor. Hay que parar los pies a los que abusan de su situación de predominio, como esos jueces berzotas que avalan la licitud de asaltar súpermercados.

  6. Anónimo

    Es una pena que los jueces no hayan sido mas valientes en tiempos pasados. Antes casi ninguno atajaba la corrupción, muchos decían las operaciones eran simples "negocios" de los municipios o que había que proteger al "sistema financiero", incluso alguno justificó que los ayuntamientos compraran clubes de fútbol… Y el resultado lo vemos ahora, políticos enriquecidos con el dinero de la corrupción, papeles refiriendo pagos en dinero negro al propio presidente del gobierno, gente en la calle sin casa ni trabajo, bancos arruinados, ciudadanos cargados de impuestos, etc., etc., etc.

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