Borges insiste en que las hipótesis suelen ser más interesantes que la realidad, y que la realidad no es más que una hipótesis cualquiera que, sin mérito, pasó al otro lado. La vida transcurre por un filo, a cuyo alrededor van cayendo todas las hipótesis que no pudieron entrar en ese filo. Luego, se convierten en futuribles: lo que pudo haber sido. Pero qué pena que todo eso se pierda. Están las novelas, ya lo sé, pero qué pena que la Historia de la humanidad no sea más que el resultado de despreciar e ignorar tantas infinitas historias que no llegaron a ser. Cuánto material perdido. Qué desperdicio. Cuánto azar en este laberinto. Qué difícil será siempre conocernos sin conocer lo que pudo ser en nosotros y no fue.
Lo que pudo ser. Incluso lo que estaba preparado. Los proyectos que no pudieron desplegarse, los niños que no se engendraron (porque los que simplemente no nacieron sí entraron en la historia), los duelos que se perdieron y pudieron haberse ganado, los accidentes de los que nos hemos librado por demorar la salida un instante, las estirpes que no se prolongaron por el asesinato de su último eslabón, lo que habría sido el partido si en el minuto 11 el centrocampista pasa el balón a la derecha en vez de a la izquierda, las victorias que se frustraron por un milímetro. Las palabras que no se dijeron.
Volví a pensar en esto, que tanto me impresiona, con un detalle estúpido. Fue el lunes por la mañana. Aznar iba a hablar en no sé qué acto, y tenía preparado un discurso "A", en el que iba a pedir cuentas a Rajoy por la malversación de "su" partido. Tuvo que guardarlo. Debe estar en el disco duro de su ordenador. En su lugar, se vio obligado a pronunciar un discurso "B", resignado, porque su crítica no sería comprendida en esa mañana eufórica para sus destinatarios. En otros ordenadores se guardarán otros discursos "A" que no llegaron a decirse: el de Pedro Sánchez anunciando su dimisión y la convocatoria inmediata de un Consejo Federal, el de Pablo Iglesias, reconstruyendo el itinerario de Podemos desde el 15-M hasta la victoria y reclamando al PSOE el mismo apoyo para formar gobierno que el que él ofreció tras el 20-D.
Pasaría un verano dedicado a visitar un hipotético "Museo de las hipótesis". Interactivo o estático, yo me entregaría a las simulaciones sobre lo que pudo ser, a la reconstrucción de hechos ficticios que sólo la casualidad frustró, al despliegue de escenarios sustentados en la misma lógica y la misma probabilística que generan la realidad, sólo que trucando un detalle de una premisa. Me detendría, desde luego, en el Salón de los Discursos Perdidos, esos que se escribieron pero no pudieron pronunciarse nunca. Andan dispersos en cajones y discos duros, pero serían quizás lo más tangible de ese Museo, y un Museo ha de contener algún que otro fetiche para ser tal. No digan que no es una buena idea...
Una reflexión maravillosa. La historia humana y nuestra historia personal no son lineales, están llenas de bifurcaciones y nada garantiza que el camino elegido en cada momento fuera el mejor. Pero no podemos contrastarlo con los otros posibles. Otra vez el tiempo irreversible.
Quizás puede aplicarse la reflexión de Schopenhauer: el destino es el que baraja las cartas, nosotros los que las jugamos.
el destino es el que reparte, debe decir
Discurso en B del PSOE guardado en el Archivo de Indias de Sevilla:
Entonses, no?, tu ganas sunas elecsiones ampliamente , pero como perdedor yo te digo no, perdona , tu no has ganado, tu solamente tienes sun punto de partida que carece de valor en un sistema parlamentario, y por de tanto debes buscarte la vida pidiendo apoyo al resto de partidos, pero claro, ten en cuenta que a ti no te quiere nadie y, por de tanto, sólo eres sun ganador simbólico, y no vengas sa pedirme apoyo porque yo quiero irme a la oposisión, y no me preguntes si cabe oposisión sin gobierno, claro que no, pero tu sabes que aunque yo no pueda ser gobierno ni oposisión sin gobierno, tu me nesesitas pero yo no te apoyo, aunque nunca yegaremos sa terceras selecsiones, pero tenlo claro: la deresha es de dereshas y por de tanto nadie la quiere, aunque haya ganado las elecsiones, no te enteras y persistes sen una paradoja constante: has ganado, pero no te vale de nada. Mejor que hubieras perdido o empatado porque en ese caso habrías tenido más samigos que te pedirían tu voto asqueroso y residual, pero has ganado y debes joderte.