Arcadi Espada: algo más que una equivocación

En un post de este fin de semana (http://localhost/mpasquau/casimira-ana-belen-yadira-carmen-maria/) escribí que el exceso de retórica en el discurso contra la violencia machista es contraproducente, porque deja algunas agarraderas que permiten a los escépticos y a los negacionistas cierto confort en las conversaciones: pueden subrayar esos excesos y seguir así con sus chistes. Por eso me propuse, sin retórica alguna, exponer de manera fría los detalles de un conjunto de casos de asesinatos ya enjuiciados que respondían a los patrones típicos del crimen machista: la finalidad era enfatizar la importancia de no caer en la resignación y perseverar en iniciativas sociales y políticas que contribuyan a prevenir, cada vez un poco más, estos crímenes que tienen una marca estándar.
La columna que hoy ha escrito Arcadi Espada ("El negocio del sexo": http://www.elmundo.es/opinion/2015/11/12/56439bbc268e3e9d428b4596.html), ha herido a mucha gente, y no sólo a "mujeres de izquierdas", y esta vez me da la sensación de que no es por una especial "sensibilidad" de los ofendidos, sino por algo más que una equivocación: más bien porque es deliberadamente provocador. Voy a intentar expresar con cierta contención por qué entiendo que su reflexión es insoportable.

1.  La columna subraya, no sin acierto, precisamente algunos excesos retóricos en el discurso sobre la violencia de género. Y creo que acierta cuando dice que las causas de la violencia de género no son fundamentalmente políticas, sino que "forman parte de una obstinada violencia privada cuyas raíces son casi insondables", aunque a continuación admita que la "civilización" va introduciendo "lentas pero sustanciales rebajas" en la violencia del "sexo masculino". Aunque en seguida matizaré algún aspecto, creo que estas afirmaciones son correctas. Desde luego, valdrían perfectamente como respuesta al desafuero de considerar que la violencia machista es "terrorismo". No lo es: ni hay una organización machista constituida para organizar asesinatos, ni los agresores pretenden aterrorizar a ningún colectivo, ni aspiran a obtener ventaja política alguna mediante una suerte de extorsión en forma de violencia. Son, en efecto, crímenes individuales, y no crímenes políticos. Tampoco un crimen "de sexos", es verdad: los hombres normales no tenemos una especial propensión a matar a una mujer que nos contraría. Porque, Sr. Espada, no es el sexo masculino, sino el machismo, una enfermedad moral que sufren algunos hombres. 
 

2. No es terrorismo ni son crímenes políticos, pero en la medida en que responden a un patrón que se repite, sí hay cuestión política. Porque es necesaria una política "específica", y no puede partirse, como viene a decir Espada, que hayamos recorrido todo el camino posible para reducir el número de asesinatos machistas, a nivel judicial, policial, educativo y cultural. Arcadi Espada niega que puedan hacerse más esfuerzos institucionales, porque las causas de estos crímenes, como el cáncer de próstata y el suicidio de los hombres, "son casi insondables". Cosas de la vida, como el ciclo de las estaciones, parece decir. Y por eso califica la manifestación del 7N como "absurda", movida por oscuras pretensiones de instrumentalizar la violencia machista y montar sobre ella una "causa política", como si tratar la dimensión política de esta repetitiva causa de sufrimiento fuese algo sospechoso, y no algo tan legítimo como lo es, por ejemplo, luchar contra la corrupción, que también anida en "causas casi insondables" de la naturaleza humana, o por la unidad de España.  ¿Por qué le molesta que los ciudadanos se manifiesten contra la "obstinada violencia privada" que no cesa, desahogando su rabia por cada hombre que responda al patrón de asesino machista?  Y ¿por qué le molesta que los ciudadanos quieran hacer una causa política con este problema, reivindicando más esfuerzos y mejores esfuerzos? ¿Qué tendría de innoble esa causa? Es como cada vez que un corrupto se pregunta qué oscuros intereses persiguen quienes lo han denunciado. ¿No se da cuenta, Sr. Espada?
 
3. Pero hasta ahora se trata de opiniones sometidas a opiniones contrarias, sin más. Lo verdaderamente insoportable es el último párrafo de su artículo, que merece ser copiado para que lo lean todos los hombres y mujeres, incluidos los del PP y C's, que acudieron a la manifestación del 7N: "La desvergonzada instrumentalización de estos crímenes que hacen las mujeres de izquierdas solo tiene como objetivo identificarlos con las prácticas o al menos con la ideología de los hombres de derechas. Es decir, y dicho con toda la brutalidad que merecen: su única intención real es la de hacer negocio con el crimen". Se puede construir la frase también así: las mujeres de izquierdas "merecen la brutalidad" de que se les atribuya la intención de hacer negocio (no sé si económico o político) con estos crímenes, y de que pensemos que acudieron u organizaron la manifestación para que no se les acabe el chollo. 
 
 
Lo sé: Arcadi Espada no es machista y está absolutamente en contra de todo acto de violencia. No tengo tan claro que haya comprendido que el machismo  caracteriza y asemeja insoportablemente  una sucesión repetida de crímenes y sufrimiento que, por tanto, merecerían un mayor esfuerzo político en su prevención específica, sin que sólo nos quede la resignación. Pero lo peor es que no puedo evitar tener la impresión de que Arcadi Espada, que no es tonto, y que sabe que no es verdad que todos los que claman por mejores y más intensas políticas contra la violencia machista sean mujeres de izquierdas interesadas en conservar un tenderete o un negocio, ha escrito el último párrafo de su artículo para provocar, y para demostrar que es capaz de decir cosas "políticamente incorrectas" ganándose el aplauso de los hombres machistas de derechas. "Con dos cojones".
 
No se extrañará si también provoca los excesos retóricos de cierto feminismo radical. Quizás también lo esté intentando, para enturbiar una limpia, clara y naturalísima causa política contra el machismo que la gente normal compartimos.
 

1 Respuesta

  1. Arcadi Espada lleva una larga temporada escribiendo artículos que son de vergüenza ajena. Y éste no le anda a la zaga. Destacar sus últimas palabras "La desvergonzada instrumentalización de estos crímenes que hacen las mujeres de izquierdas solo tiene como objetivo identificarlos con las prácticas o al menos con la ideología de los hombres de derechas. Es decir, y dicho con toda la brutalidad que merecen: su única intención real es la de hacer negocio con el crimen"
    Realmente pareciera que Arcadi mezcla churras con merinas: existen crímenes de género o como quieras llamarlo, podemos estar meses pensando en causas y posibles soluciones, y a este señor lo que se le ocurre decir es que las mujeres que protestan contra la violencia de género son de izquierdas y sirven como instrumento en contra de la derecha (gobierno, partidos, hombres….?). Le ha faltado decir "feminazis", pero eso sería más de Salvador Sostres. Es una lástima ver en mi propio entorno como muchas mujeres, conservadoras, rechazan definirse como feministas, como si fuera una mancha indeleble, un pecado mortal o un motivo de exclusión social, aunque luego tengan un pensamiento y una actitud completamente feminista. También es triste observar como de modo obstinado, se contrapone machismo a feminismo, cuando, en todo caso, sería hembrismo. Si de una protesta Espada saca como conclusión que las mujeres -de izquierda- estamos instrumentalizadas en contra de los partidos-hombres-gobiernos de derecha, me parece un razonamiento tan perezoso e injusto, que da mucha pena. En España es que todo tiene que etiquetarse y, en consecuencia, simplificarse. En vez de plantear que las víctimas son mujeres, de todos los colores, ideologías, credos y extracción social. Igual que los verdugos (no son sólo "hombres de derechas"). En vez de plantear que es necesaria una educación cívica, a hombres y mujeres, en la que se rechacen muchas cosas que nos parecen hasta normales, gotas en el océano, pero hasta una gota colma el vaso, se queda con la cáscara que le interesa.
    Eso si, al final todo le parece un "negocio" y creo que es lo que más me repugna de su artículo.

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