Casimira, Ana Belén, Yadira, Carmen, María Victoria, María, Maryorie, Ramona, Fatiha, Purificación

Alrededor del problema de la violencia machista hay, como ocurre con todas las causas importantes (cambio climático, carrera armamentista, hambre, etc.), un exceso de retórica (a veces, incluso, alguna estupidez) que permite a los "escépticos" y a los "negacionistas" cierto confort en las conversaciones: pueden subrayar esos excesos y seguir así con sus chistes.
 
Por eso hoy me parece oportuno, más que insistir en el "discurso", ilustrarlo, lejos de toda retórica, con casos reales de mujeres asesinadas por su pareja o expareja extraídos de mi propio trabajo: son, todos ellos, datos objetivos tomados del relato de hechos declarados probados después de un juicio. Son sólo algunos ejemplos. Cada uno de ellos arrastraría otros muchos muy parecidos. Sirva como homenaje a las víctimas.
 
Casimira.-  Llevaba casada más de
cuarenta años con Santiago y vivía con él. Casimira había denunciado
a Santiago por unas lesiones y amenazas. Al enterarse de la denuncia, Santiago
intentó convencerla para que retirara la denuncia, llegando a ofrecerle cien
euros para ello, pero Casimira, tras consultar con sus hijos, decidió
mantenerla. Santiago, entonces, en represalia, decidió matarla. La noche
siguiente, en casa, la atacó con una barra de hierro de 120 cms, de las usadas
en las estructuras de las obras. Le dio al menos 16 golpes en cabeza, espalda,
cervical y brazo. Casimira cayó al suelo y suplicaba a su marido que dejara de
golpearla. Santiago cogió un cuchillo de 35 cms. de hoja y comenzó a
producirle heridas en cara, cuello y costado, ocasionándole la muerte. Santiago
fue condenado por asesinato con ensañamiento a la pena de 20 años.

 Ana Belén. Tenía 22
años. Había mantenido una relación de noviazgo desde hacía nueve meses con Juan
Ángel, con quien había llegado a convivir un mes. Trabajaba como camarera en un
pub. Una tarde, tras haber bebido y consumido droga, Juan Angel acudió al pub,
se dirigió a ella y le recriminó con palabras como “me estás jodiendo la vida, déjame en paz, véte de esta ciudad", a lo que
ella le contestó que era él sólo quien se la estaba jodiendo a sí mismo. Juan Angel
dio un bofetón a Ana Belén, quien comenzó a sangrar por la nariz, por lo que se
fue al aseo. Juan Angel, aprovechando que no había nadie en el interior del
pub, cerró su puerta de entrada con un cerrojo interior, cogió de la barra del
establecimiento un cuchillo de unos 20 cms. de hoja, y se dirigió al aseo,
donde asestó a Ana Belén, por la espalda, cinco pinchazos en la zona abdominal,
dos más en el cuello, hasta darle un corte en el cuello de unos 7 cms. de
longitud, causándole la muerte. Juan Angel fue condenado por asesinato con
alevosía, parentesco, y atenuante de embriaguez, a 19 años.

 

 
Yadira.  Mantenía una relación afectiva de pareja con
Marion desde hacía al menos dos años, aunque no llegaron a convivir en el mismo
domicilio. Marion quería dominar y controlar la vida de Yadira, a lo que ésta
se resistía. Con motivo de una discusión, Marion golpeó fuertemente a Yadira en
la cara, y seguidamente la tumbó en la cama bocabajo, se subió encima de ella,
la agarró por el pelo, y con unas tijeras la apuñaló en el cuello 33 veces.
Previamente le había dicho que iba a matarla, y no atendió a las súplicas que
Yadira hizo por su vida. Marion fue condenado por asesinato con alevosía y
ensañamiento, y parentesco, a 25 años de prisión.


Carmen.- Tenía 17 años, y estaba declarada en situación de desamparo familiar e internada en una
Residencia de menores. Inició una relación con Manuel hacía algo más de un año, si bien
fue una relación tormentosa, con continuas discusiones provocadas casi siempre
por la personalidad violenta y celosa de Manuel. Rompieron varias veces, aunque
él insistía, le amenazaba con matarla o matarse, y reiniciaban la relación. Un día Carmen rompió con él definitivamente,
pero Manuel no asumió esa ruptura. Al día siguiente, acompañado de un amigo, y
haciéndose con una escopeta de éste, acudió por la noche a la residencia de
Carmen, quien estaba fuera. Manuel aparcó y esperó que regresase, diciendo a
una amiga que quería que le devolviese el móvil que le había regalado. Poco
antes de las 12, Carmen, advertida de que le esperaba Manuel, vuelve, con una
amiga. Ve a Manuel, le devuelve el móvil, y le dice: “¿Me quieres dejar tranquila?”. Manuel le dijo: “O eres para mí, o no eres para nadie. Corre,
puta, que te mato
”. Sacó la escopeta de la parte trasera del coche, y
efectuó tres disparos, que la alcanzaron, causándole gravísimas heridas. La
intervención médica urgente le salvó la vida, pero quedó con secuelas de
paraplejia, que derivaron en otros trastornos y finalmente murió a los tres
años de la agresión. Manuel fue condenado a 12 años
y 6 meses de prisión.


María Victoria. 49 años. Llevaba 29 años casada con José Luis, con quien tenía
tres hijos mayores. La convivencia fue degenerando progresivamente como
consecuencia del control y dominación doméstica creciente de José Luis sobre
María Victoria, a la que descalificaba permanentemente y aislaba de su entorno.
María Victoria abandonó el domicilio familiar, pero regresó ante las promesas
de José Luis de que las cosas iban a cambiar. Sin embargo, José Luis siguió
sojuzgando a Mª Victoria: le impedía comer del frigorífico, quitó sus
fotografías de la casa, recortó su cabeza de las fotografías familiares,
cortaba el suministro eléctrico para importunar o atemorizar a María Victoria,
la llamaba “puta”, le decía que se iba por ahí a “follar con gitanos y negros”,
desconectaba el teléfono, y en ocasiones incluso le impedía entrar en la casa,
dejándola fuera. Todo ello acabó de convencer a María Victoria de que debía
separarse, y en noviembre interpuso la demanda de separación. Tres meses después, José Luis interpuso una demanda de divorcio. Para entonces,
María Victoria seguía viviendo en el domicilio familiar, durmiendo en la
habitación de una de sus hijas que ya se había ido de casa, colocando un
pestillo en la puerta para evitar que su marido pudiera entrar cuando estaba
ella. En alguna ocasión José Luis aporreaba la puerta insistiéndole a María
Victoria para que la abriera, llegando a romper el pestillo. José Luis también
comenzó a perseguir a María Victoria en la calle, controlando sus salidas.
Victoria comenzó a pasar entonces días e incluso semanas enteras en casa de
amigas y familiares, ocultando su paradero incluso a sus hijos por temor a que
José Luis la localizara.

            El mismo día que el Juzgado dictó
auto de medidas provisionales adjudicando a María Victoria el uso del domicilio
conyugal, José Luis retiró algunas de sus pertenencias y las llevó a casa de su
madre. Portando una navaja manual con hoja puntiaguda, buscó a María Victoria y
la encontró con una amiga comiendo en un asador de pollos. Entró, se inclinó
sobre María Victoria, que se encontraba sentada, le puso la cara enfrente y,
sin mediar palabra, la apuñaló con la navaja que llevaba en cinco ocasiones,
causándole la muerte, mientras decía que le había hecho la vida
imposible.

María.-  Casada con Francisco
Agustín durante 23 años, con dos hijas, una mayor y otra menor de edad. A lo
largo del matrimonio María sufrió numerosos episodios de malos tratos físicos
(zarandeos, agresiones), psicológicos (desprecios y humillaciones) y verbales
(insultos). No llegó a denunciarlos, pero tomó la decisión de divorciarse,
iniciando los trámites a tal fin. Francisco, por su carácter machista y
posesivo, no llegó a asumir esa decisión de su mujer, y decidió darle muerte
antes de que se consumara el divorcio. Así, el 20 mayo 2009, en torno a las
13.30 h., María se introdujo en el dormitorio con intención de cambiarse de
ropa para ir a trabajar. Francisco aprovechó la ocasión, y entró en el
dormitorio con una enorme navaja automática de 33 cm. de longitud que guardaba
entre la ropa del armario; arrinconó a María en un rincón del fondo de la
habitación del que no podía salir de ninguna manera, y la apuñaló repetidas
veces mientras le tapaba fuertemente la boca para que no pudiera gritar y
alertar a vecinos. María se defendió llegando a morder la mano de Francisco,
pero no pudo evitar su muerte. Francisco fue condenado por homicidio con
parentesco, abuso de superioridad, confesión y reparación del daño a 11 años y
seis meses de prisión.


Maryorie.- Casada con Javier
Stephan, con quien tenía dos hijos, de 7 y 5 años. Javier Stephan tuvo
conocimiento de que Maryorie mantenía una relación sentimental con otra
persona, y ante esa infidelidad decidió acabar con su vida. Así, colocó una
piqueta de su trabajo debajo de la cama del dormitorio que compartían y guardó
una navaja en el cajón de la mesilla. Pocos días después, sobre las 2:00 h.,
ambos discutieron en el dormitorio, y Javier Stephen cogió la piqueta que tenía
escondida y le asestó varios golpes en la cabeza haciendo que cayera al suelo,
donde continuó golpeándola dándole un total de 23 golpes repartidos entre la
parte frontal, trasera y ambos lados de la cabeza, penetrando ocho de ellas en
el cráneo, hasta que finalmente cogió la navaja del cajón y, mientras Maryorie
agonizaba, se la clavó por el cuello por tres veces, seccionándole la tráquea,
la vena yugular y la arteria carótida, causándole la muerte. Fue condenado por
asesinato con ensañamiento a 20 años de prisión.


Ramona.-  Casada con Alfonso hace 25 años, mantenían
ambos una conviviencia estable. Un día determinado, Ramona manifiesta a Alfonso
su intención de dejarlo y marcharse otra ciudad. Alfonso, que no podía aceptar
que su esposa lo abandonase, se levantó, salió de la habitación, se dirigió a
la cocina, sacó un cuchillo de grandes dimensiones, volvió al salón y de forma
sorpresiva, sin mediar palabra, arremetió contra Ramona dándole 10 puñaladas:
tres en las manos, tres en el cuello (una de las cuales seccionó la laringe y
la tráquea), y los restantes en el pecho. Alfonso fue condenado por asesinato
con alevosía, parentesco y confesión, a 17 años y 6 meses.

Fatiha.-  38 años,
casada con Mohamed, con quien tenía tres hijos de 16, 12 y 5 años. Ambos
discutieron porque Fatiha estaba preparando un nuevo domicilio que le había
sido concedido en régimen de alquiler, y al que quería desplazarse con sus
hijos, con oposición de Mohamed. En el transcurso de la discusión, Mohamed se
situó detrás de Fatiha, la inmovilizó agarrándola del pañuelo que llevaba
anudado al cuello y, con una pata de somier de hierro de 30 cm. longitud,
comenzó a golpearla de forma indiscriminada y con gran fuerza, dándole como
mínimo quince golpes que le causaron la muerte. Finalizada la agresión, llamó a
la Guardia Civil desde una cabina telefónica diciendo: “Soy Mohamed. He cometido un crimen. He discutido con mi mujer y ella
está muerta
”.

 

Purificación.  Mujer con cierta discapacidad
reconocida, madre de tres hijos con tres varones diferentes. Estuvo casada con
Fermín durante varios años. No tuvo hijos con él. La relación matrimonial fue
tormentosa, con continuos reproches, insultos y amenazas recíprocas. En 2010 se
divorciaron, pero desde entonces mantuvieron relaciones intermitentes, a
iniciativa de uno y de otra y siguieron las desavenencias, hasta el punto de
que a ambos se le impuso una orden de alejamiento. En uno de esos encuentros, y
tras mantener relaciones sexuales, en casa de Fermín, éste comenzó a golpearla
repetidamente con puñetazos y mordiéndole en el vientre, y tras ello cogió una
banqueta de madera con la que la golpeó en cabeza, cuello y brazos hasta llegar
a romper la banqueta. A continuación, Fermín salió de la habitación, cogió un
cuchillo jamonero y le cortó en la parte lateral y posterior del cuello, sin
causarle la muerte, con la intención de aumentar su padecimiento. Tras ello, volvió
a salir de la habitación y volvió con un cable y un martillo; le hizo un nudo
corredizo y se lo puso a Purificación alrededor del cuello, y tirando de dicho
cable la izaba, mientras con el martillo le asestaba fuertes golpes en la
cabeza hasta causarle la muerte. Fermín viene condenado por asesinato con
alevosía y ensañamiento, y parentesco, a 22 años y medio. 

 
 

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