Entre los enojos del mundo contemporáneo está el tener que llamar a un 902 para cualquier reclamación, información o incidencia. Generalmente supone el despilfarro de un buen rato perdido entre musiquitas infames y repetitivas, contestando a una secuencia irritante de preguntas mecanizadas hasta conseguir, por fin, que nos pasen con un operador que no esté ocupado, quien generalmente no nos resolverá el problema de una vez, por lo que habrá que llamar a un nuevo teléfono.
Pero hoy no ha sido así. La moto no arrancaba, porque ha estado encerrada desde que acabó el verano pasado, y la batería no ha respondido. Normal, por lo visto. Pero yo no tengo ni idea de cómo solucionar esa incidencia (ni siquiera sé dónde puede estar la batería de la moto), y me he acordado de que tengo un seguro, que quizás, quién sabe, cubre la asistencia por averías. He encontrado con cierta facilidad el 902 correspondiente, y me he dispuesto a atravesar el acostumbrado laberinto. Sin embargo en seguida ha contestado una voz real de mujer al otro lado.
- ¿En qué puedo atenderle?
Tardo en reaccionar, porque no me esperaba tanta prontitud. Comienzo a explicar que quiero comunicar una pequeña incidencia con una moto, y como ya me sé que lo primero es soltar la retahíla de datos, le pregunto:
- ¿Qué le digo, el número de matrícula de la moto, o el número de la póliza? (tenía los dos convenientemente apuntados en una nota al lado del teléfono)
- Pues ni una cosa ni otra, señor, el número del DNI.
- Vaya, para una vez que... -iba a decir-
En ese momento, nos entra la risa a los dos. No sé bien por qué, pero una risa franca, entera, casi a carcajadas. Jamás me había reído con un 902 por medio. A duras penas, le digo el número, con su letra, y la mujer me dice que debe consultar si la prima está pagada. Aprovecho para decirle que el recibo había subido, y que no sabía bien por qué, aunque le aclaro que no era ése el motivo de mi llamada.
- Tiene razón, le han subido. Pero yo le voy a hacer una rebaja del 10%, si le parece bien.
Me sorprendo, le insisto en que mi llamada no iba por ahí, pero que obviamente me parecía muy bien que me hiciera una rebaja de un 10%. Iba a decirle que ciertamente no es fácil de entender por qué sube un recibo si la moto asegurada más bien va perdiendo valor con el tiempo, pero sólo digo:
- Sí, es que es raro que las motos, cuanto más viejas...
-¡Más pellejas! -contesta la mujer, con otra sonora carcajada que me contagia hasta sacarme las lágrimas de los ojos.
Por fin logro explicar que quería saber si mi póliza cubría la asistencia por averías, aunque tenía la convicción de que me iba a decir que no...
- Sí, naturalmente. Desde el kilómetro cero.
- Ah, qué bien, pues estupendo. Porque la moto no me arranca, y...
- ¿Dónde la tiene, en la calle o en cochera?
Me extraña la pregunta, y le pregunto por qué me la hace
- No es por curiosidad, es porque en la cochera no entra la grúa -y volvemos a reir-.
Le digo que puedo sacarla a la calle sin problemas, y además que quizás no haya que remolcarla, porque quizás con unos cables se arregla.
- Pues no se preocupe, yo anoto aquí "batería, quizás se pueda arreglar con cables", y en quince minutos más o menos tendrá usted en su casa una grúa que le solucionará el problema. ¿Puedo ayudarle en algo más?
- Me gustaría, pero no se me ocurren más cosas. Me ha rebajado un 10% el recibo, me dice que el seguro me cubre lo que necesito, y en quince minutos me van a poner la moto en marcha a domicilio...
- Y además nos hemos reído un rato, que tampoco está mal... Pues nada Don Miguel, que tenga un día; y si es tan amable no cuelgue todavía, porque le van a preguntar su grado de satisfacción por el servicio recibido. ¡Espero que me ponga una buena nota!
Le puse un 9 (que era la máxima nota), y a los quince minutos llegó una grúa, me explicó dónde están las baterías de las motos, colocó los cables, y la moto arrancó sin problemas.
Si quieren, les digo el número completo del 902, a ver si también tienen suerte.
:DDD
Acabo de empezar a leer tu blog tras el feliz descubrimiento y con este post veo q sigues siendo el mismo, esto sólo le pasa a Paquau!
Por cierto un antiguo artículo tuyo sobre listas de los partidos políticos y el derecho a que no gobierne el más votado está de plena actualidad. Yo me lo hice mío, sin tu permiso hace años, ya ha prescrito, y gusto por Aragón.