Garantías y tiquismiquis.

Se veía venir. En la primera parte del debate, el tertuliano "A",  partidario del "derecho de consulta" esgrimía que ningún argumento legal puede frenar una reivindicación popular y democrática tan mayoritaria como la que ahora remueve a Cataluña, a lo que el tertuliano "B" contestaba que la Constitución, como fruto de un compromiso entre todos, ha de estar por encima de mayorías coyunturales, por amplias que sean, "o estamos perdidos". En la segunda parte del debate se cambiaron las normas. Hablaban ya del torpedo de la sentencia de Estrasburgo invalidando la "doctrina Parot" por contraria al Tratado de Derechos Humanos, y el tertuliano "B" manifestó, enfadado, que es absurdo que un Tribunal "lejano" revoque una decisión jurídica tan necesaria y útil, por un "tiquismiquis legal", por lo que los tribunales españoles deberán "encontrar otros tiquismiquis para eludir la aplicación de la sentencia", a lo que el tertuliano "B" contestó que hay problemas que se resuelven mejor "desde lejos", y que así decidimos que fuera al suscribir el Tratado que otorgaba la última palabra sobre ciertos asuntos a un Tribunal europeo. Pacta sunt servanda: los pactos han de ser respetados. "O estamos perdidos"
 
Así que ya ven con qué facilidad una Constitución se percibe como una garantía o como un tiquismiquis según que estemos en el lado de la minoría o en el lado de la mayoría.

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