Lluvia de polen


Me gusta este día de primeros de mayo en que la ciudad aparece nevada de vilanos blancos contra el cielo azulísimo, que provienen de los álamos de la vega. Es el inicio de lo que yo llamo la "primavera fuerte". La que conduce ya derechamente al verano. Viene precedido de una lluvia de abril y de dos o tres días de sol amable, limpio, con sombras de árboles que de repente descubres llenos de hojas verdes y frescas, casi comestibles. Una luz que te lleva a los recreos del colegio de la infancia.
Un año y otro año. La película "Amarcord" cuenta la vida de un pueblo italiano durante un año: el primer y el último día, la primera escena y la última, son el día de la lluvia de polen. La película acaba ahí, pero la vida sigue. Alfa y Omega: en realidad, todo final es el comienzo de lo siguiente.
Un vilano (de niños los llamábamos "vulanos") entra por la ventana del balcón y se pasea, huidizo, entre mi nariz y el ordenador. Es la mitad de la primavera. La mitad del año. Un día, un momento en medio de todo. Siglos y siglos depositados en este vilano juguetón.

2 Respuestas

  1. Anónimo

    Que se mete en los ojos sin permiso cuando vas a toda velocidad en bici por las calles de un barrio lleno de cuestas. Ellos saben muy bien lo que hacen, nos conectan a todos y no nos damos ni cuenta. Es la vida secreta de las plantas: circulan a nuestro alrededor haciendo historia serena de la ciudad y sus gentes. Lo que más me gusta es el recuerdo que se reinventa cada primavera … Y nosotros… ni cuenta.

  2. Qué maravilla. La vida secreta de las plantas dejando pistas huidizas. Y nosotros, ni cuenta

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