Invierno fallido.

Quedan pocos días de invierno. Dentro de quince días el día será igual a la noche, la sobrepasará y avanzará vigorosamente hacia la generosidad total de las tardes de junio. Pero ha sido un invierno fallido, con más gripes que lluvias, con fríos secos, todo demasiado plano, sin la emoción retrospectiva y profunda de las noches en que la lluvia jaspea la luz de las farolas estoicas o llora en la ventana. Me agobia pensar que hayamos gastado el crédito de sol de la primavera, que nos hayamos endeudado también en esto. Porque prefiero la lluvia larga y modesta de enero y  febrero que la impertinente y ruidosa de abril que ni siquiera pide perdón por haber llegado tarde. Prefiero la paciencia húmeda del invierno que hace desear la novedad de la primavera. Es como si esta primavera fuese a nacer vieja.

4 Respuestas

  1. A mí no me gustan las noches que superan a los días. De modo que este crédito de primavera me ha sentado bien. Los días lluviosos y largos de primavera tienen una luz apacible y silenciosa que me gusta. ¡Qué le vamos a hacer!
    Saludos

  2. A mí me gusta la luz y el invierno es pura oscuridad, estoy deseando que el día supere a la noche.

    bss

  3. …que sensación contundente transmitís…ojalá la primavera de esos brotes nuevos… y la transición suave al verano sea… benéfica… lo dice alguien q ya late que este invierno. ya nace en el estío porteño…

    saludos desde buenos aires

  4. Mariní, gracias por asomarte. La Tierra gira, y ahora están llegando sobre nosotros, al mismo tiempo, el otoño y la primavera. Los días 21 de marzo y 21 de septiembre me siento más cerca de tu hemisferio: aquí y allí, la noche igual que el día…

    Saludos,

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