La reforma electoral de C’s y su envoltorio antinacionalista.

Sometamos a análisis la nueva propuesta de Ciudadanos para la reforma del sistema electoral. Los tres objetivos que ha anunciado Rivera en un acto de "España Ciudadana" , en Málaga, son: 1) listas abiertas; 2) igualdad del valor del voto de cada español; y 3) necesidad de superar un 3% del voto nacional total para entrar en el Congreso de los Diputados, con la finalidad confesa de excluir a los partidos nacionalistas e impedir que resulten decisorios en los casos en que ninguna fuerza ni coalición de fuerzas estatales logre mayoría absoluta.

Los tres objetivos, si no se entra en detalles,  suenan bien a mucha gente. Las listas abiertas amplía el poder decisorio de cada ciudadano y resta poder a los partidos, en tanto que el votante puede preferir al candidato que no ha sido preferido por el partido, y porque los votantes tibios o no cerradamente alineados podemos salpicar el voto entre candidatos de unos partidos y de otros. La mayor proporcionalidad entre número de votos y escaños conseguidos parece justa, y es fácil poner ejemplos sobre cómo un diputado del PP o del PSOE de Teruel o Segovia cuesta menos de la mitad que un escaño de Madrid, Barcelona o Valencia. Por último, lo del porcentaje mínimo del 3% nacional  encuentra correspondencias en sistemas electorales de otros países, y parecería querer reforzar el carácter ideológico de la disputa electoral, postergando a una hoy por hoy inexistente Cámara de representación territorial a los intereses locales o regionales confinados en un territorio.

De las tres propuestas la que suscribo con más claridad es la segunda, pero no es fácil sin una reforma constitucional. En efecto, lo que produce distorsión en la proporción entre votos y escaños es la circunscripción electoral provincial, que está blindada en la Constitución. Una circunscripción electoral única tendría muchos inconvenientes (lejanía de representados y representantes), pero también ventajas: en particular, acabaría con la sobrerrepresentación de los partidos que obtienen más voto en las provincias menos pobladas, que son las de Castilla-León y Aragón, territorios que resultan hoy día premiados en peso electoral por habitante en comparación a Cataluña, a Madrid, a la Comunidad Valenciana. Es importante, por cierto, destacar que la circunscripción única nacional no resultaría perjudicial para los partidos nacionalistas: los estudios y proyecciones de voto a marcos electorales con circunscripción única muestran una y otra vez que el efecto sería una importante mengua de votos de PP y PSOE a favor de partidos como C's, UPyD, IU, PACMA, y más levemente Podemos. ERC, PNV, Bildu, PDCat, Coalición Canaria, Compromís, BNG, etc., quedarían prácticamente con idéntico número de diputados. Es, por tanto, propaganda, la asociación de ideas entre "voto desigual" y "partidos nacionalistas". Lo que fomenta la mezcla entre circunscripción provincial y ley d'Hont no es el poder del nacionalismo, sino el bipartidismo.

Las listas abiertas están bien, pero supondrían un cambio radical en el sistema electoral que requeriría una gran cantidad de ajustes y elementos compensatorios, si no se quiere que en cada provincia todos los diputados sean de la misma lista electoral: en efecto, como es previsible que la mayoría de los votantes marquen la casilla de todos los integrantes de su partido (como se hace actualmente con las elecciones al Senado, que son listas abiertas), resultará que por lo general todos los del partido mayoritario en una provincia tendrán más voto que el más tenga del segundo partido. En consecuencia, de optarse por las listas abiertas, el sistema debería permitir a cada elector marcar un número de diputados inferior al número de diputados que corresponda a la circunscripción electoral (sea provincial, autonómica o nacional). Aún así, fácilmente se comprende que el sistema de listas abiertas es prácticamente incompatible, con la proporcionalidad a la que se aspira: muchísimos votos, al no ir a candidaturas de partido, sino a diputados concretos que no serán elegidos, caen en la más absoluta irrelevancia. Potenciaría el bipartidismo que se quiere combatir, y también al voto nacionalista concentrado: exactamente lo que ocurre actualmente en el Senado. Por tanto, y salvo concreciones que no se han hecho públicas, las listas abiertas y la mayor proporcionalidad en la traducción de votos a escaños parecen deseos contradictorios.

Otra cosa es que Rivera diga "listas abiertas" cuando en realidad se está refiriendo a "listas desbloqueadas". Esto es otra cosa, pero debería aclararlo, porque se trata de una terminología muy consolidada. En las listas abiertas (tipo elecciones al Senado) se puede elegir de entre todos los candidatos, sean del partido que sean. En las listas desbloqueadas el elector puede alterar el orden de los candidatos dentro de la lista de partido elegida. Sin duda, las listas desbloqueadas constituyen un avance, dan más poder al ciudadano, y permiten fórmulas que avancen también en la proporcionalidad entre votos y escaños.

Por último, el 3%. En la actualidad hay un "suelo" aún mayor: el 5%, pero a nivel provincial. Lo que se pretende con el 3% es favorecer a los partidos que se presentan en toda España, y castigar a los que tienen voto concentrado en territorios pequeños. Es decir, castigar a PNV, Bildu, ERC, PdCat, Coalición Canaria, Partido Andalucista (si existiera), Compromís, BNG, Foro Asturias, GBai, UPN, Partido Aragonés Regionalista, y algunos más que pueda haber en Islas Baleares y quizás Cantabria. Esta medida no requeriría reforma constitucional, es decir, sería alcanzable con una reforma de la LOREG (Ley Electoral). Su justificación está en boca de Rivera: evitar que partidos nacionalistas condicionen Gobiernos, leyes presupuestarias, etc., introduciendo la lógica territorial en debates que debían ser ideológicos, reservando esos intereses territoriales para un nuevo Senado concebido como verdadera cámara de representación territorial.

Desde mi punto de vista la medida sería inútil, e incluso contraproducente. En la actualidad, los partidos "estatales" obtienen más voto en elecciones generales (al Congreso) que en elecciones autonómicas. Esto podría dejar así si al votante nacionalista se le amenaza con quedarse fuera de no alcanzar determinada altura. En todo caso, los partidos nacionalistas tendrían una solución demasiado fácil: conformar una coalición electoral con franquicias en las diferentes comunidades autónomas: le ponen un nombre común, y se respetan recíprocamente en sus diferentes territorios (PdCat no se va a presentar en Guipúzkoa, y PNV no va a hacerlo en Girona, pero juntos en una coalición electoral se pueden presentar en cualquier provincia). Fácil sería imaginar varias coaliciones que superarían sobradamente el 3%: los dos partidos nacionalistas o independentistas catalanes lo superan con amplitud; el PNV no tendría inconveniente en sumar con ellos, y probablemente también el BNG. Si hubiera alguna víctima de este sistema sería Coalición Canaria y algún otro partido regionalista, que más tendrían que optar entonces por agruparse electoralmente con PP o con PSOE, como ya hacen en algunas provincias (Asturias, Navarra). Es decir, lo único que supondría la propuesta del 3% sería algo más de confusión y acaso un potente Frente Nacionalista.

En resumen, y a la espera de mayores concreciones, me parece que, de nuevo, la justificación antinacionalista de la reforma electoral que ha propuesto Rivera parece pensada para conectar con sentimientos de muchos votantes (antinacionalistas), pero o no son medidas viables, o son contradictorias, o no van a provocar el efecto anunciado. A lo que debe añadirse que las tensiones nacionalistas "forman parte de España", "son España", y no parece que lo mejor sea esconderlas con forzados mecanismos electorales. La ilusión de una España sin malestar nacional, es decir, unida en un mismo sentimiento patriótico, no puede hacernos ignorar la realidad, a la que no se le pueden hacer trampas.

Ojalá, al menos, sí sirviera para que en conjunción con los demás partidos, supusiera un impulso para plantearse lo más pronto posible una mejora del sistema electoral, que ya está muy envejecido. Más allá o más acá de la obsesión antinacionalista, hay mucho por mejorar.

6 Respuestas

  1. Muy buen artículo, me gustaría que me diera su opinión sobre el dictamen del TS de Canadá sobre el derecho a la secesión de Quebec y que mayoría suficiente debe de ser y si una circunscripción no obtiene esa mayoría suficiente que habría que hacer con ese territorio.
    Gracias

  2. ¡Ay,,, Miguel!… en este triste día donde la cárcel unifica la Si–España monárquica con la NO–España independentista haciendo justicia internacional en los CIES de Valencia, justicia republicana en Brieva y justicia monárquica en Alcalá Meco gracias a esta Constitución de articulaje elástico, seductores derechos fundamentales, jueces literatos y sorprendentes leyes de semánticas reservadas para los dioses del Poder Judicial que cazan revoluciones y revolucionarios como Franco cazaba ciervos en los plácidos atardeceres de Sierra Morena… no es día para diatribas populistas sobre una Constitución tan exitosa…

    Hoy ha de pasar a la historia como un día de Júbilo donde se rinda homenaje a la sorprendente capacidad de sorpresa que nos da nuestro independiente Poder Judicial, toda vez que los chinos definen como sorpresa aquello que nadie se espera; como el 18 de junio de 2.018.

    Los españoles elegimos bien iguales en urnas distintas y es costumbre ancestral que el que parte y reparte se lleve la mejor parte. Por eso C’s reparte… no tiene mayor interés.

    La ilusión de una España sin malestar nacional y con sentimiento patriótico… no es ninguna ilusión… es la canción de Marta Sánchez… ¡Vuelves a hacer trampa!… Miguel

    Sir Arthur Conan Doyle en su Estudio en escarlata citaba a Sherlock Holmes diciendo que decía lo siguiente:

    «Es un error capital el teorizar antes de poseer datos. Insensiblemente, uno comienza a deformar los hechos para hacerlos encajar en las teorías en lugar de encajar las teorías en los hechos.»

    ¡Saludos a los del Santo Sepulcro de Jerusalem!… ahora que empieza a subir la temperatura…

  3. ¿Puedo pedirte Miguel que cuando leas este post, de frente o de reojo, que pares el autobús, te bajes a la realidad y hagas un mínimo esfuerzo por ponerte en estado de duda, es decir, por abrirte a la posibilidad, por remota que sea, de estar equivocado?…

    ¿Serías capaz?…

    Tengo mis serias dudas aunque yo todos los días vivo en estado de duda permanente porque no creo en convicciones porque toda convicción –sin excepción–, es excluyente de la realidad, forma feligresía y crea injusticia porque crea parcialidad y destruye todo consenso.

    Como epistemólogo de convencimiento sólo creo en el pensamiento crítico y en la refutación permanente de los estados mentales…

    Los estados mentales crean divinidades con forma de verdad… crean vitrinas con estatus de sagrario y en ellas meten sus garrotes viles…

    La realidad nos enseña los equilibrios y las equidades… y nos enseña el consenso de lo diverso…

    Y digo nos enseña porque apenas aprendemos ya que sólo creemos en la divinidad del poder del pensamiento único, sea económico, militar o judicial.

    Ellos son la norma, el derecho y la garantía… del poder…. y tu lo oficias de profesión…

    Por eso nadie de los sin poder cree en tu discurso. No porque no duden… ni sea capaces de situarse en remotas posibilidades de quiméricos errores… No!..no!… ¡Qué va!… ¿Garantías?… ¿derechos?…jajaja

    Los comentarios a tu artículo de la manada en CTXT te dan la respuesta con absoluta precisión… simplemente no te creen.

    No creen tu cuento. ¿Garantías?… ¿Derechos?… ¿Quién ha visto eso…?

    Todavía espero tu respuesta de qué es el art. 24,1 de la Constitución Española… ¿quién lo ha visto? ¿en qué se concreta concretamente ese gran baúl de los recuerdos pedidos?…

    La mitad de la población no puede dudar de una realidad real porque ya de inicio ven que tu pregunta es de púlpito y tu respuesta es de sermón del Santo Sepulcro de Jerusalem…vitrina incluida… también la otra mitad de la mitad que queda también ve lo mismo… y así sucesivamente … Son datos contrastables…

    Con el grave error / ceguera de que crees, además, que la posibilidad de error anida en los otros… en el pueblo inculto que no conoce la erudita biblia constitucional de los cien mil mandamientos del todopoderoso clero de la Ley y el Orden de los pocos contra la lógica de los todos….

    El Sacro imperio del Poder Judicial, sin pecado concebido…independiente e intocable ni siquiera por los psiquiatras ni los neurólogos de la Seguridad Social.

    Un poder sin control alguno, Omnipotente (aunque un poco robagallinas) en pleno corazón de un sistema democrático con tres poderes absolutos: El Banco Central, El Poder administrativo y el Poder Judicial…. ¡Manda huevos de Democracia…!

    Recuerda: … «Es un error capital el teorizar antes de poseer datos. Insensiblemente, uno comienza a deformar los hechos para hacerlos encajar en las teorías en lugar de encajar las teorías en los hechos.»

    No lo he dicho yo… ¡ya sabes!

    ¿Puedo pedirte Miguel que cuando hayas leído este post, de frente o de reojo, te bajes del púlpito, salgas del templo y mires al pueblo débil a los ojos y pienses en la posibilidad real, por remota que sea, de que puedes estar profundamente equivocado?…

    ¿Serías capaz?…

  4. Ya que aprecio ciertos síntomas de parada cardiorespiratoria en el motor principal de tu bus conviccional … lamento no disponer bajo mi olivo de artilugios mecánicos de reparación de averías…

    Aunque si que tengo a mano un buen catálogo de botica ferroviaria que creo te podría venir bien para la sanación de verdades dudosas o dusosas verdades; que lo mismo no es igual y lo desigual no es lo mismo.

    Se trata de una pócima de letras con ideas que creo te vendría bien digerir con algún que otro protector de canónicos estómagos parroquianos…

    Mi receta es esta: Williamson, Tymothy, Yo tengo razón y tú te equivocas. Filosofía en el tren. Madrid: Tecnos, 2017. 219 pp. ISBN 978-84-309—7078-0

    Te la receto sin engaño ni entuerto, ni trampa… Nunca me encontrarás en esos territorios demasiados pedregosos para mis entendimientos…

    Yo soy más bien de praderas diáfanas y aguas transparentes, donde también –sin duda–, hay barro y oscuros recovecos, por eso practíco la equitación crítica y la sana dialéctica…

    Siempre es mejor el consenso que el silencio.

    Siempre es más saludable la humildad que la arrogancia.

    Nunca es sano respirar en un templo con sagrario… Los suecos llaman a eso “Stockholm syndromet”…

    La conversación del tren de Timothy se mantiene en torno a cuatro partes:
    Los riesgos de hacer las paces,
    Los terrores de la verdad,
    Las ventajas de la arrogancia y
    Los vicios del valor.

    Timothy, además de currante, es interesante…

    ¡Buena lectura!…

  5. El diálogo y la gobernación positiva entre minorías electoralienses no tiene por qué ser constitucionalmente negativa y puede estructurarse de dos formas: con prearmonía no detallada, que acoge más posibilidades; o con lineas rojas precomunicadas, que abocan a cada interlocutor a bajarse su indumentaria anal para acreditar los retos imposibles. Hay una tercera vía, que es la vía del Presidente del Gobierno Sánchez Pérez Gómez Alvarez Jiménez: no seamos como la derecha: hablemos indefinidamente porque si bien no habrá soluciones prácticas inmediatas, el diálogo acredita nuestra superioridad moral, y esa es la mejor tarjeta de visita para nuestro electorado. De manera que ya lo sabes, interlocutor mío: creamos dos grupos de trabajo que desarrollarán el siguiente esquema: a) insultos preestablecidos sobre el contrario que generarán multiopinativismo en articulistas transversalienses del sistema periodístico. b) sacralización del diálogo aún fracasado como conquista de sentido común no asequible a la derecha. c) continuación del diálogo como victoria coloquial y moral aún sin acuerdos pragmáticos. d) establecimiento de nuevas citas de primer, segundo y tercer nivel para un pacto definitivo que no tiene por qué tener fecha , aún contando con la oposición eventual de los poderes fácticos de la derecha que nos da de comer.

    Y sobre todo, connacional mio, a ver si hay manera de que – no obstante tu formación personal de nivel medio-bajo, propiciada por una dictadura educativa de la derecha que no tiene perdón de los dioses – te enteres de una vez de que, a partir de ahora, y cono ha demostrado nuestro querido Presidente Sánchez, el pais debe gobernarlo quien pierde las elecciones, y no quien las ha ganado. ¿ Te enteras o no te enteras? Tu programa debe ser el perdedor, es decir, el más vacuo , inejecutable, inconsecuente y ajeno a los problemas reales del país. Pero debe tener un estudio sistematizado de cuestiones banales o de aspiraciones inejecutables con mayorias normalizadas, pero que sean publicitariamente efectistas, para que los partidos minoritarios, a los que pertenece el futuro, se coaliguen y gobiernen de facto. Por ejemplo: prohibición de los toros, Franco a Alemania, Puigdemont al Vaticano como Papa, nacionalización del pimiento morrón, el CNI a la LGTBI y la TVE al MOPU con BILDU como asesor externo de PODEMOS con la SS universal y SUSANA como temperamento asequible anticrisis BREXIT sin LETICIA provocatriz republicana o gobierna el IBEX o somos imbéciles. La gente está muy cansada de la derecha y de una supuesta izquierda izquierdizante: esto, o se entiende o no se entiende y, por tanto, la revolución está en retroceder 40 años, es decir, en sacralizar un pantalón vaquero mientras accedes a tu casoplón, expresión ésta posmoderna que me molesta muchísimo, ciudadano mio.

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