De vez en cuando, más o menos una vez por semana, entro en el correo corporativo del CGPJ. Confieso que me da mucha pereza, porque para encontrar algún correo sobre cursos de formación interesantes, notas del gabinete del Tribunal Supremo comunicando alguna sentencia de interés o actualizaciones legislativas ofrecidas generosamente por un compañero (Ramón Badiola, justo es decir su nombre), hay que escarbar mucho entre varios comunicados de las asociaciones judiciales sobre cualquier tema y multitud de mensajes de compañeros opinando sobre cualquier asunto de actualidad de interés judicial (la huelga de jueces, las candidaturas al CGPJ, la apertura de un expediente disciplinario a un juez, las opiniones del ministro de Justicia sobre el juez discrepante de la sentencia de "La manada", etc.), contestándose unos a otros y enredándose en unos hilillos de conversación que ya los querría para sí el "Prestige", que inundan la cuenta de correo como si fueran chapapote.
Con motivo del procès, y de algunas de las resoluciones judiciales que han recaído, esos mensajes llegaron a inflamarse en algún momento. Las asociaciones judiciales también se vieron obligadas a pronunciarse, y en un caso lo hicieron de forma unánime, recordando de manera oportuna y a mi juicio impecable la importancia del respeto del principio de legalidad como condición para ser respetado como autoridad, pero en aquel revoloteo, es cierto, aparecieron muchas opiniones personales, la mayoría de cierta indignación ante los sucesos en Cataluña, y no pocas con un carácter exclusivamente político (más ponderadas o más encendidas).
En esos hilos de conversación, los jueces no son jueces. Hablan y opinan absolutamente al margen de su función judicial, como un ciudadano cualquiera, exactamente igual que cuando están tomando café o pasando un fin de semana en Roma, por más que utilicen el correo corporativo y lo llenen enojosamente de ruido. Tampoco se trata de twits lanzados al universo de la opinión pública, sino de comentarios con destinatarios concretos (unos miles, pero todos ellos integrantes de la lista de correo oficial del Consejo, inaccesible a terceros salvo filtraciones). Creo que no deberían ser publicados, porque se trata de conversaciones "no públicas", y quien las ha llevado a un periódico ha hecho muy mal, aunque entiendo que un diario al que le llegan encuentre "interés informativo" y decida darlas a conocer. Pero lo importante es destacar que las conversaciones que aparecen en un pantallazo de prensa son anecdóticas. Ni representan en absoluto un sentir general, sino la opinión de quien las emite, ni son pronunciamientos "judiciales", aunque las hayan mantenido personas que son jueces. Es más: ni siquiera, salvo acaso alguna excepción, comportarían un motivo de recusación en el caso de que alguno de los interlocutores cuyas opiniones se han publicado tuviera que juzgar algún asunto relativo al procès, porque una cosa es tener y manifestar una opinión política en un ámbito relativamente reservado, y otra diferente es la actitud que se tiene al juzgar. He visto no pocos ejemplos en mi vida de jueces que a las diez, en el café, dicen una cosa, y luego a las 12, en la deliberación, sólo están preocupados de acertar y de hacer bien su trabajo. Me encantaría poner ejemplos, pero no puedo.
Desengañémonos: los jueces no han de ser personas intelectualmente brillantes, ni exquisitamente ecuánimes en sus opiniones políticas, ni asépticos ideológicamente, ni siquiera ejemplares moralmente; al menos, no han de serlo más que un profesor, un médico, un militar o un administrador de fincas. Es tan infantil la ingenua creencia en la "sabiduría" y "ejemplaridad humana" de un juez, como la decepción derrotista al descubrir que son personas normales. Lo que sí puede exigirse con contundencia a los jueces, porque sí es una obligación profesional grave, es que, cuando hacen su trabajo, aparten sus prejuicios e inclinaciones, sus empatías y antipatías, y juzguen con escrupulosa atención al juicio, con conciencia de que no han de seguir su criterio personal sino la regla de Derecho, y con resistencia a toda forma de presión. Y eso, aunque no siempre es fácil, sí está al alcance de personas normales entrenadas para decidir en el entorno de un proceso judicial en el que están presentes los abogados de las partes, que es revisado por tribunales superiores, y que puede ser objeto de vigilancia y crítica social.
Hay jueces a los que les gusta la caza y a los que no. Jueces que van a las corridas de toros y jueces que no. Jueces de derechas, de izquierda, e incluso de uno y otro extremo. Jueces políticamente independentistas y jueces nostálgicos de una España sin autonomías. ¿Y qué? ¿Es que un "verdadero" juez habría de votar siempre en blanco en las elecciones? ¿Es que no puede hablar de política y tenerle manía a un político? ¿Alguien de verdad puede creerse que la ideología personal de los jueces reproduce el perímetro de lo que marca la ley? Claro que no. Pero al juzgar, aunque sea inevitable partir de algún prejuicio, el juez está obligado a motivar en Derecho. Habrá sesgos que condicionen decisiones, pero ¿cómo lo evitamos? Seguramente cuidando y revisando los criterios de selección de aspirantes a la carrera judicial y los mecanismos de nombramiento para la cúpula judicial, pero créanme que ningún método logrará que en un correo con miles de usuarios no aparezcan exabruptos y opiniones que nos resulten intolerables.
No es la asepsia lo que hay que exigirle a un Juez. No sería posible que la ideología de un juez fuese aceptable para todos los ciudadanos potencialmente justiciables. Olvidémonos de si un juez es de esta banda o de esta otra, si fue promovido por este partido o por esta asociación o por otras, si dio conferencias en una universidad o en otra, y analicemos con lupa sus decisiones. Nada impide a nadie escandalizarse por una sentencia, pero ya sería hora de que no nos escandalizase descubrir que los jueces tienen sexo, ideas, manías, defectos, lagunas y prejuicios. En realidad, sospecho, lo que escandaliza no es que un juez exprese una ideología política, sino que exprese una ideología contraria a la nuestra. Cuando dicen lo que nosotros pensamos no nos parece mal en absoluto, ¿a que no?
Apreciado Miguel Pasquau,
Antes que nada, agradecerle el placer que me produce la lectura de sus artículos de opinión, que sigo desde hace unos meses, bien en su Cuaderno de Notas, colaboraciones en medios (CTXT, ElNacional,…) así como sus publicacions en Twitter. Es reconfortante encontrarse con textos bien estructurados, de estilo elegante y especialmente bien fundamentados.
Quisera hacer algunas puntualizaciones a esta opinión que nos propone en su artículo sobre el incidente de los e-mail que han transcendído de la cuenta de correo corporativa del CGPJ, en los que algunos jueces y magistrados han expresado -de forma muy poco elegante y a veces radical- sus opiniones al hilo de los acontecimientos del otoño pasado en Cataluña.
En primer lugar, no me cuento entre los que ingenuamente piensan que los jueces deben ser personas asépticas, sin sexo, ideología, manías, prejuicios, ideas o lagunas. Tampoco creo que deban ser siempre ecuánimes en sus opiniones políticas ni intelectualmente brillantes, aunque en relación a esta última cualidad sí sería deseable, en el caso de los correos que nos ocupa, que el nivel linguístico y literario fuera un poco más cuidado al exponer sus opiniones, tratándose de profesionales que se han pasado la vida leyendo y redactando cientos de textos de innegable complejidad y que se supone que poseen un elevado conocimiento del vocabulario y del manejo de la sintaxis.
Aclarado este punto, coincido plenamente con usted en que la clave a la hora de valorar las actuaciones de los jueces está en analizar con lupa sus decisiones: autos, resoluciones, interlocutories, sentencias…y exigir que estén motivadas en Derecho, y no fijarse en la orientación política, la asociación profesional a la que están afiliados o en qué universidades dan sus conferencias. Eso es lo que yo personalmente intento hacer siempre que puedo, porque me gusta leer los textos jurídicos. Pero no se puede pretender que la mayoría de la población se enfrente a esos textos, a menudo muy técnicos y farragosos; la mayoría de la gente corriente se mueve por sentimientos y percepciones.
Y eso es lo que está pasando en el caso de los e-mails. A nadie se le escapa que en Cataluña hay una parte importante de la población, partidaria de la independencia y entre los que me cuento, que está profundamente indignada con el procedimiento judicial a los líderes políticos y sociales del procès y con las dolorosas -y para muchos injustas- consecuencias que se han producido hasta ahora: presos preventivos desde hace casi un año y exiliados sin posibilidad de regresar salvo que accepten la prisión. Y la filtración de esos e-mails provoca que esa herida de la indignación vuelva a sangrar.
Porque algunas de las opiniones y expresiones vertidas en esos correos, recuerdan dolorosamente a las que venimos oyendo últimamente por parte de políticos y algunos miembros de la Magistratura: golpe de estado, radicales, referencias a la Alemania nazi, huidos, fugados, violentos…I curiosamente, cuando uno se sumerge en el universo literario de la instrucción del juez Llarena, da la impresión de que la fundamentación del magistrado reproduce y sustenta, aunque evidentemente no con las mismas expresiones y de forma más técnica, esa visión del procès. Eso es lo que indigna y provoca, a mi entender, que se confunda la parte con el todo, que se tienda a generalizar y se pretenda meter todo en el mismo saco.
Porqué no aparecen opiniones de signo contrario en los correos de la cuenta corporativa del CGPJ? Todo lo más algún juez que desmiente la situación de fractura social y persecución del ‘unionista’ en Cataluña.
Porqué son contadísimos los jueces y magistrados en activo que cuestionan la instrucción que se ha hecho? Usted es de los pocos que se ha atrevido, siempre con la prudencia, respeto y elegancia que le caracterizan, en una entrevista en ElNacional hace unas semanas.
Porqué ningún juez y magistrado en activo explica que probablemente el delito imputable a los líderes políticos es el de desobediencia? Y que probablemente al “Estado” -en abstracto- le parece poca cosa para el reto formidable que, en opinión generalizada, está suponiendo el procès? Ese silencio fomenta, en mi manera de ver, la indignación y abona la idea de que subyace un sentimiento de ‘venganza’ por parte de uno de los poderes del Estado como es la Judicatura, en connivencia con el Ejecutivo y parte del Legislativo.
Porqué prácticamente los únicos profesionales del Derecho que manifiestan su opinión contraria a la tendencia generalizada son los del entorno universitario ( Urías, Queralt, Pérez Royo, etc…) o bien magistrados del TS eméritos o jubilados (Martín Pallín, Giménez).
Porque los tentáculos del CGPJ no pueden acceder al medio universitario? Porque no hay trayectoria o promoción profesional que pueda verse en peligro, en esos últimos casos?
Por respeto y Deontología? Si ese es el caso, porqué no se aplica el mismo criterio a las opiniones que, con muy poca elegancia, criminalitzan sin piedad a los líderes independentistas y sus seguidores, como se infiere de los correos y de otras opiniones?
Esta situación de desequilibrio influye decisivamente, en mi opinión, en el hecho de que se produzcan esas reacciones impulsivas y exageradas frente a incidentes como el de los correos corporativos que, coincido con usted, probablemente no tienen más importancia ni son representativas del conjunto de los 5000 y pico jueces. Pero, porqué esos 5000 y pico no expresan su opinión?
De todo lo dicho, concluyo que no acabo de estar de acuerdo con la sugerencia que lanza al aire al final de su artículo: el escándalo que parece provocar las opiniones salidas a la luz de esos pocos jueces es consecuencia probablemente de que esas opiniones expresan una ideología contraria a la de los escandalizados. No es justa esa apreciación: opiniones de jueces y magistrados contrarias a las que han provocado el escándalo, no han salido a la luz. Existen correos en la cuenta corporativa de esa tendencia? O podemos hablar de “omertà”?
Por último, una sugerencia para esos e-mails engorrosos que inundan como chapapote la cuenta de correo electrónico corporativa del CGPJ.
De la web del CGPJ: “La función principal del Consejo es la gestión de la administración de Justicia junto con la salvaguardia o la garantía de la independencia de los Jueces y Tribunales…”
Estamos hablando de la cuenta de correo electrónico CORPORATIVA de una institución fundamental del Estado. No de un chat de colegas de profesión en que dirimen sus problemas profesionales y editen opiniones de lo más variado. CORPORATIVA inplica, a mi entender, un cierto grado de institucionalidad i rigor profesional.
Yo ejerzo la docència de la Música en un Conservatorio y también disponemos de una cuenta de correo electrónico “corporativa” con una funcionalidad similar a como describe usted la del CGPJ al inicio de su artículo: comuñicaciones de fechas de exámenes, evaluaciones, composición de tribunal es, convocatorias de claustros, información de conciertos, seminarios, cursos de formación, festivales, becas, convocatorias de plazas laborables de, centro y de otros centros, calendario escolar, reuniones de departaments, del Consejo Escolar,etc… JAMÁS he vertido, ni lo he visto hacer a otros profesores, ninguna opinión sobre mis alumnos, los de otros profesores, las familias de los alumnos, mis compañeros del centro, sobre los profesores, los alumnos o las familias de otros centros, el personal de Administración, los integrantes del Consejo Escolar (en cuyas reuniones saltan chispas a veces) o lo mal que nos trata el Ayuntamiento o la Generalitat. Y todos, profesores, alumnos, familias, administrativos y eventuales, somos parte de la Comunidad Educativa, aunque algunos de ellos no tengan acceso al Mail Corporativo, ya que es “privado”. Los mails “corporativos” no son el cauce para expresar esas opiniones, tal como yo lo veo.
Y a una Institución tan relevante como el CGPJ, con una función tan primordial como es garantizar la independencia de jueces y Tribunales, habría que exigirle que cuidara el rigor y el respeto debido en una cuenta de correo electrónico “corporativa”, por muy privada que sea y aunque no se haya pretendido publicitar las opiniones expresadas -a veces en lenguaje impropio de profesionales con un supuesto dominio notable de la lengua – en algunos de los e-mails.
Un saludo cordial
Carlos
Hola Carlos, muchas gracias por su excelente comentario.
Hace un rato he entrado en mi propio blog, y he visto un comentario automáticamente admitido (de otra persona que comenta asiduamente), y sus tres comentarios “pendientes de aprobación”. Me extraña muchísimo que los haya visto intermitentemente como publicados y como no publicados. Por lo general, cuando se trata del comentario de alguien que antes no había participado aquí, se queda como “pendiente de aprobación”.
Entrando en lo enjundioso de su comentario, tengo que darle la razón en muchas cosas de las que dice. A mí me parecen enojosos e impropios de un correo corporativo muchos de los comentarios que han sido publicados, y otros que no lo han sido. Me defiendo de ellos borrándolos sin leer, pero créame que se lleva su tiempo. En esta situación estamos muchos. Por lo general, tratándose del asunto catalán, son más habituales los críticos con el procès y aprobatorios de la instrucción de Llarena que los contrarios. Es probable que eso refleje un estado de opinión mayoritario entre los jueces (ya sabe que yo discrepo, porque pese a que creo que la aplicación del 155 sí fue, en lo sustancial, correcta, me parece que la imputación por rebelión resulta de una interpretación extensiva del tipo penal, y que también creo que la prisión preventiva era innecesaria y por tanto indebida); pero estoy seguro de que los que se expresan en plan agresivo y burdo no son representativos.
En todo caso, es cierto que el CGPJ volver a dar instrucciones internas sobre las finalidades del correo corporativo. Ya lo hizo,, pero no se le hace caso. Sobre todo, debería someter a severos límites la posibilidad de enviar correos a toda la lista de usuarios.
Y por último, sobre el “silencio” de los jueces que discrepan de las decisiones del TS, es difícil saber por qué, pero no creo que en ningún caso sea el miedo a represalias, porque es muy fácil expresar una opinión discordante sin transgredir ninguna línea prohibida. Puede ser que se tenga la sensación de que esa opinión va a ser “mal recibida” mayoritariamente; también puede ser que la inmensa mayoría de jueces (de una opinión y de otra) tengan claro lo que usted dice: que esa cuenta no está para opinar sobre asuntos políticos.
Gracias otra vez por su comentario.
Apreciado Miguel,
Gracias por la deferència de responder a mi comentario.
En relación con una de las preguntas que hice en mi comentario, mi incompresión sobre el silencio mayoritario de jueces, magistrados (y fiscales) críticos con la instrucción del procès que ha realizado el juez Llarena, valga este fragmento del artículo “Segarra, la fiscal de IKEA” de Elisa Beni en la sección Zona Crítica de eldiario.es: ” (…) la espiral de silencio ha hecho ya que la única opinión expresada abiertamente en la carrera fiscal sea la de la acusación de rebelión. Un fiscal que pisa moqueta y que cree que los hechos no encajan con el tipo de rebelión me dijo el otro día: “dentro de la carrera me siento como un kamikaze que circulara en sentido contrario por la M-30. Todos los que pensamos como yo guardamos ya silencio””. Como ve, va en la línea de su explicación sobre el asunto.
Apunta usted en su respuesta un comentario sobre la correcta aplicación, en líneas generales, del art. 155 de la CE. Sobre este asunto tengo mis dudas. Tiempo habrá para debatir sobre ello cuando el TC resuelva sobre los dos recursos de inconstitucionalitat que tiene admitidos a trámite sobre la cuestión.
Sobre ese tema, tan sólo apuntar que , como usted sabe, el art. 155.de la CE es una traducción literal (con alguna variante garantista) del art. 37 de la vigents Constitución Alemana. Tan literal que reproduce los mismos dos apartados con idéntico contenido. A su vez, el art. 37.1 de la Ley Fundamental Alemana es una versión edulcorada del art. 48.1 de la Constitución de la Rep. de Weimar de 1919. Es sabido que Hitler, tras su acceso a la presidència del gobierno, consiguió que el entonces presidente del Reich firmara, invocando el art. 48 de la Constitución de Weimar, el Decreto Presidencial para la Protección del Pueblo y el Estado que, junto a la Ley de Plenos Poderes, abrió el camino a aquella dictadura.
Lo cierto es que, según mis informaciones, el debate entre los actuales constitucionalistas alemanes sobre los límites de aplicación del art. 37, tan abierto en su interpretación, está vivo y no parece que concite un claro consenso.
El TC tiene la oportunidad de abordar por primera vez esa cuestión ante un caso real, ya qre creo que es la primera vez que se aplica en Europa esa medida coercitiva.
Un placer compartir con Usted.
Saludos cordiales
Carlos, mi aprobación de la utilización del mecanismo del artículo 155 es resignada. No me alegré en absoliuto. Tengo que ser sincero: creo que fue provocada por las autoridades catalanas. En aquellos días de octubre del año pasado, creo que Puigdemont (o el Govern) pudieron hacer mucho más de lo que hicieron por evitar una medida que en sí misma es un fracaso. Por supuesto que también Madrid pudo hacer más. Cada mayoría (la española y la catalana) atendió a lo que le pedía la mayoría a la que creía representar. Tengo dudas sobre a constitucionalidad de algunas de las medidas concretas que se incluyeron (es decir, sobre su contenido), pero no sobre que se dieran las condiciones para acudir a ese recurso. Al fin y al cabo, el 155 es una respuesta de naturaleza “política”, mucho más proporcionada (aunque pudiera parecer lo contrario) que la respuesta judicial que se está dando, que sí me parece desproporcionada. Saludos.
Estimado Miguel Pasquau,
He leído con cierto estupor el comentario del Sr. “Aramis”, en relación a la entrevista suya en ElNacional.cat. Lamento que mi comentario anterior pusiera al citado comentarista en la pista de esa entrevista. Y no lo lamento por el hecho de haber sacado a la luz esa entrevista, ya que en definitiva está publicada en un medio de comunicación público, sino por el tono del comentario del Sr. “Aramis”.
De entrada, atreverse a escribir esos comentarios -que desde mi percepción personal, destilan una inquina sorprendente- protegido por la cota de malla y la armadura de un seudónimo ya me parece un ejercicio cobarde y poco edificante.
Puedo llegar a estar de acuerdo con el comentarista en el desconcierto que también me produce uno de los parágrafos de su entrevista: “(…) pero en la medida que logra una motivación que entiende buena parte de la comunidad jurídica, lo deja fuera del ámbito de la prevaricación”. Parece venir a confirmar esa tremenda dificultad probatoria del delito de orevaricación a la que aluden una mayoría de profesionales del ámbito jurídico. Lo he experimentado en carne propia.
Hasta ahí llega mi acuerdo con el comentarista en cuestión. Probablemente mi capacidad intelectual no pueda compararse ni de lejos a la del Sr. “Aramis”, Y confieso que tengo dificultades para transitar por la ionosfera argumental que a menudo propone. Al fin y al cabo, ni de lejos he estudiado tanto las letras y las ciencias, tampoco he escroto ni publicado y, por supuesto, no he dirigido publicación puntera de divulgación científica alguna en mi vida, ni en Andalucía ni en ningún otro lugar. Pero atreverse a calificar su entrevista como “exibición de narcisismo retórico” , entre otras lindezas, sin pararse a valorar, como parece deducirse de su persistencia, que sus comentarios nos pueden resultar a algunos un puro ejercicio de onanismo dialéctico, me parece tremendamente incongruente ya que supone criticar desde una posición idéntica a la que pretendes descalificar. Javier Pérez Royo, a quien respeto y con quién coincido a menudo en sus argumentaciones, no necesita de esos alardes dialécticos para, con efectividad y sin ánimo de descalificar, denunciar las mil y una miserias de nuestro Estado de Derecho.
Dada la tendencia del Sr. “Aramis” a desandar el camino andado tras hacer las maletas y emprender viaje huyendo del peligro cierto del “balconing”, no descarto que, una vez más, se asome por estos lares y me ajusticie con su verbo afilado. Soportaré su inmisericordia con estoicismo.
Dejo para otro momento mi comentario sobre lo que se podría haber hecho desde Madrid y desde Cataluña para evitar el 155 y la lamentable situación jurídica de los líderes civiles y políticos presos y los exiliados ( o fugados, según se mire). Pese a ser el objeto inicial de este comentario, me he sentido súbitamente aducido por un impulso retórico-dialéctico-narcisista y se me ha ido el santo al cielo.
Un saludo cordial
Estimado Miguel Pasquau,
He leído con cierto estupor el comentario del Sr. “Aramis”, en relación a la entrevista suya en ElNacional.cat. Lamento que mi comentario anterior pusiera al citado comentarista en la pista de esa entrevista. Y no lo lamento por el hecho de haber sacado a la luz esa entrevista, ya que en definitiva está publicada en un medio de comunicación público, sino por el tono del comentario del Sr. “Aramis”.
De entrada, atreverse a escribir esos comentarios -que desde mi percepción personal, destilan una inquina sorprendente- protegido por la cota de malla y la armadura de un pseudónimo ya me parece un ejercicio cobarde y poco edificante.
Puedo llegar a estar de acuerdo con el comentarista en el desconcierto que también me produce uno de los parágrafos de su entrevista: “(…) pero en la medida que logra una motivación que entiende buena parte de la comunidad jurídica, lo deja fuera del ámbito de la prevaricación”. Parece venir a confirmar esa tremenda dificultad probatoria del delito de orevaricación a la que aluden una mayoría de profesionales del ámbito jurídico. Lo he experimentado en carne propia.
Hasta ahí llega mi acuerdo con el comentarista en cuestión. Probablemente mi capacidad intelectual no pueda compararse ni de lejos a la del Sr. “Aramis”; confieso que tengo dificultades para transitar por la ionosfera argumental que a menudo propone. Al fin y al cabo, ni de lejos he estudiado tanto las letras y las ciencias, tampoco he escroto ni publicado y, por supuesto, no he dirigido publicación puntera de divulgación científica alguna en mi vida, ni en Andalucía ni en ningún otro lugar. Pero atreverse a calificar su entrevista como “exibición de narcisismo retórico” , entre otras lindezas, sin pararse a valorar, como parece deducirse de su persistencia, que sus comentarios nos pueden resultar a algunos un puro ejercicio de onanismo dialéctico, me parece tremendamente incongruente ya que supone criticar desde una posición idéntica a la que pretendes descalificar. Javier Pérez Royo, a quien respeto y con quién coincido a menudo en sus argumentaciones, no necesita de esos alardes dialécticos para, con efectividad y sin ánimo de descalificar, denunciar las mil y una miserias de nuestro Estado de Derecho.
Dada la tendencia del Sr. “Aramis” a desandar el camino andado tras hacer las maletas y emprender viaje huyendo del peligro cierto del “balconing”, no descarto que, una vez más, se asome por estos lares y me ajusticie con su verbo afilado. Soportaré su inmisericordia con estoicismo.
Dejo para otro momento mi comentario sobre lo que se podría haber hecho desde Madrid y desde Cataluña para evitar el 155 y la lamentable situación jurídica de los líderes civiles y políticos presos y los exiliados ( o fugados, según se mire). Pese a ser el objeto inicial de este comentario, me he sentido súbitamente aducido por un impulso retórico-dialéctico-narcisista y se me ha ido el santo al cielo.
Un saludo cordial
Estimado Miguel Pasquau,
Ahí va mi comentario que tengo en mente desde hace unos días, tras alguna distracción por la que me excuso si me he metido en algún jardín en el que no debía.
Entiendo que aceptara la aplicación del 155 con resignación. No es plato que apetezca a nadie con un mínimo de sensibilidad política.
Comparto con usted las dudas sobre la constitucionalidad de algunas de las medidas adoptadas al amparo del 155. En concreto, por lo que a mí se refiere, y a la vista de la literalidad del redactado del artículo 155 de la CE en sus dos apartados…:
“1. (….) podrá adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso de dichas obligaciones o para la protección del mencionado interés general.
2. Para la ejecución de las medidas previstas en el apartado anterior, el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas”.
…cabe plantearse si, dada la nula concreción del texto, puede encontrarse una línea de interpretación para los términos “adoptar las medidas necesarias para obligar a aquélla al cumplimiento forzoso” y “el Gobierno podrá dar instrucciones a todas las autoridades de las Comunidades Autónomas”, que justifique la disolución de un Parlament democráticamente elegido y la destitución de un President elegido por mayoría absoluta de los representantes legítimos de la ciudadanía en el Parlament y de todo su gabinete y parte de los altos cargos del Govern. Esperemos a ver que dice el TC sobre esto cuando resuelva (si finalmente resuelve) los dos recursos que tiene admitidos a trámite.
En lo que mi opinión difiere substancialmente de la suya es en la consideración de que la aplicación del 155 “fue provocada por las autoridades catalanas” y en lo poco o mucho que pudo hacerse por parte del Govern (o Puigdemont) y del Gobierno (o Rajoy) en esos días de octubre de 2017.
Afirma usted que en esos días de octubre “Puigdemont (o el Govern) pudieron hacer mucho más de lo que hicieron por evitar una medida que en sí misma es un fracaso”. A continuación completa el argumento aclarando que “por supuesto que también Madrid pudo hacer más. El hecho de colocar en primer término al Govern con la exigencia de “mucho más” y en segundo lugar al Gobierno reclamándole simplemente un “más”, ya denota una posición que en mi opinión es injusta. Me explico.
Puedo estar de acuerdo en que en esos días de octubre, poca cosa le quedaba por hacer a Rajoy y su Gobierno. Simplemente porque ya había decidido mucho tiempo antes que no tenía la menor intención de hacer nada en términos de negociación política con el conflicto catalán, que nunca entendió. Y porque ya había tomado la decisión hacía tiempo también de pasarle el “muerto” al Poder Judicial. Prueba de ello es que tras la aprobación por el Senado de la aplicación del 155 y casi en perfecta sincronía, se inició la persecución judicial de los líderes políticos con la presentación de la querella y el objetivo confeso (ratificado por la propia vicepresidenta SSS) de “descabezar” el movimiento independentista. Si tan “respuesta política proporcionada” le parece la aplicación del 155, porqué el Gobierno no hizo nada por evitar, e incluso alentó, el ensañamiento judicial con los líderes del procès?
Una breve cronología de los HECHOS para poner en evidencia la NADA que hizo Rajoy y su gobierno y lo MUCHO que se hizo desde los Governs de Más y Puigdemont, previamente a esos días de octubre de 2017, y para explicar porqué me parece tremendamente injusto su reproche a Puigdemont de que “pudo hacer mucho más”.
1. Julio de 2010: Convengamos en iniciar la cronología en julio de 2010, con la sentencia del TC que resuelve recurso de inconstitucionalidad del nuevo Estatut de Catalunya de 2006 presentada por el PP de M. Rajoy y mutila partes esenciales del mismo. Importante manifestación en BCN e irritación de un sector importante de la ciudadanía. Estatuto que había aprobado el Congreso tras dura criba y había sido votado en referéndum. Previamente, oscura maniobra en el TC para recusar al jurista Pablo Pérez Tremps, alterando con ello el equilibrio ideológico del tribunal y conseguir decantar la resolución hacia las tesis de inconstitucionalidad del recurso del PP. Y anteriormente, Rajoy en persona solicitando en la calle votos populares contra el Estatut para justificar su recurso.
2. Septiembre de 2012: Ante un auge evidente del sentimiento de agravio e incremento de partidarios de la opción independentista, Artur Mas propone a Rajoy en La Moncloa la posibilidad de negociar un pacto fiscal con Catalunya. Portazo inmisericorde de Rajoy.
3. Abril de 2014: Tras aprobación en el Parlament de Catalunya de una iniciativa para una consulta popular no referendaria y no vinculante, presentación de la propuesta en el Congreso de los Diputados por una representación de diputados del,Parlament (Jordi Turull, Marta Rovira, Joan Herrera). Votación de la iniciativa en el Congreso: rechazada por el 86% de los diputados.
4. Julio de 2014: Al margen de la consulta no vinculante sobre autodeterminación prevista para el 9-N, Artur Mas presenta a Rajoy una lista de 23 propuestas sobre materias del ámbito económico y fiscal, políticas sociales, infraestructuras, educación y cultura, comercio y telecomunicaciones, etc. Asuntos de esos que se califican como “los problemas que realmente interesan a la ciudadanía”. Entre ellos el “desarrollo del Estatut de Autonomía de Catalunya y la Administración de Justicia”. Tras las pertinentes buenas palabras de Rajoy, NADA se hizo por parte de gobierno de Rajoy en relación a esas propuestas.
5. Noviembre de 2014: Consulta o proceso participativo del 9-N. Tras parecer que la consulta se tolera por parte de Madrid de forma tácita, finalmente se decide procesar judicialmente a los responsables, que serán condenados a inhabilitación por desobediencia. A pesar de que el tribunal rechaza la acusación por malversación, posteriormente se encarga ese asunto al Tribunal de Cuentas que finalmente embarga bienes personales a los responsables. Rajoy empieza a mostrar su intención de descargar en la Justicia la solución del problema catalán: constantes recursos al TC ante cualquier iniciativa del Parlament relacionada con la autodeterminación. Posteriormente lo hará con numerosas iniciativas legislativas del Parlament.
6. Octubre de 2015: Reforma exprés, a dos meses de finalizar la legislatura, de la ley orgánica del poder judicial para dotarle de la posibilidad de suspender a cargos políticos electos que desobedezcan sus resoluciones y de ejecutar las mismas directamente con la adopción de medidas coercitivas. Aprobada en Congreso y Senado con los únicos votos del PP que tiene mayoría absoluta en ambas cámaras. Aquí ya se observa el camino que ha decidido emprender el PP, desentendiéndose de la negociación política y preparando al TC para asumir la tarea.
7. Abril de 2016: Presentación en La Moncloa de 46 propuestas por parte de Puigdemont a Rajoy. Incluye, además de la solicitud de un referéndum de autodeterminación vinculante (descartado por Rajoy sin opción a discutirlo), importantes medidas en el ámbito de las políticas sociales: déficit estructural de financiación en el sistema público de salud, financiación de la ley de dependencia, exclusión residencial, pobreza energética, políticas de empleo, refugiados, migración e integración, desarrollo rural, financiación y fiscalizad …(sí, esos asuntos que son “los que interesan a la gente corriente”). Incluye un último punto: evitar la judicialización de la política; respeto a la autonomía local y sus cargos electos (en relación a la persecución judicial que están sufriendo muchos cargos electos municipales por denuncias de la Delegación del Gobierno por cuestiones identitarias, símbolos, banderas, acuerdos del pleno municipal…).
No sólo no se contempló una sóla de las 45 propuestas de Puigdemont sino que, tras la cínica propuesta de diálogo de Rajoy en el inicio de su última legislatura (con el desembarco en Barcelona de la vicepresidenta SSS,Niue llegó a tener despacho propio en la Delegación del Gobierno), el Gobierno de dedicó a recurrir ante el TC toda iniciativa legislativa del Parlament que pudiera entreverse como ejercicio de la propia autonomía de gobierno, suspendiéndose leyes tan “indepes” como la ley de sanidad universal o las de vivienda y pobreza energética.
Y una prueba del NULO interés de Rajoy por la negociación política es la circunstancia de que la Comisión Bilateral Gobierno-Generalitat no se reunió ni una sola vez desde… julio de 2011!!, a pesar del sinfín de propuestas que los Governs de Mas y Puigdemont habían hecho, al margen del tema de la autodeterminación, y que podían haberse negociado en el ámbito de esa Comisión. Ha sido el gobierno de Pedro Sánchez el que la ha recuperado en un gesto, me temo, más estético y de márqueting político que otra cosa.
8. Febrero de 2017: Último aviso judicial para navegantes del referéndum ilegal: juicio y sentencia condenatoria a inhabilitación a los responsables de la consulta del 9-N. Meses después el Tribunal de Cuentas amarra el cabo suelto de la malversación que el TSJC había desestimado y exige pago de fianza y embarga bienes de los responsables del 9-N.
Y un último asunto, para mí trascendental, que preludia los acontecimientos de octubre de 2017: La formación política que ganó las elecciones catalanas de septiembre de 2015, JxSí (Covergència + ERC + ex de Unió + ex de PSC + independientes), se presentó con un programa político explícito y detallado, en el que se preveía una desconexión unilateral de Catalunya del Estado Español. Esa formación, con el apoyo de la CUP, consiguió una mayoría absoluta en el Parlament que permitió la investidura como president de Puigdemont. Tras una negociación con la CUP, se añadió la idea del referéndum previo a la propuesta inicial de desconexión de JxSí. Y ese objetivo político es el que desde un primer momento se propuso perseguir el nuevo gobierno. Tan claro como la novela de G. García Márquez “Crónica de una muerte anunciada”. Todo el plan a la vista y expuesto sin ambages a la luz pública. Y Rajoy y su gobierno a verlas venir y delegando su responsabilidad en el Poder Judicial mientras, cínicamente, apelaba a un diálogo en el que jamás creyó ni tuvo intención de implementar, tal vez porque nunca entendió de que iba el problema.
No se trata de “mayorías a las que creían representar”, Miguel, se trata de una mayoría parlamentaria surgida de unas elecciones libres y con todas las garantías. Y esa conjunción de fuerzas políticas ha vuelto a revalidar su mayoría parlamentaria en las pasadas elecciones catalanas de diciembre de 2017, en un tablero de juego con las condiciones que ya sabes (líderes políticos y sociales encarcelados o en el exilio…), aumentando incluso la cifra del conjunto de votantes en relación a las de 2015.
Ahora tocaría hablar del tema: esa mayoría parlamentaria no representa a una mayoría social. Cierto, y ese es una de las circunstancias que complican la situación. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que esa afirmación se sustenta en cifras que se refieren a votaciones para elegir a diputados al Parlament, pero no existe el dato directo del resultado que tendría una votación en referéndum sobre la independencia; por tanto es una cifra especulativa con respecto al apoyo real a la independencia. Sólo lo sabremos cuando de produzca el referéndum.
Disculpe el “ladrillazo” que he soltado. Todos los datos que he aportado son de sobras conocidos. Los hemos vivido, son recientes y se pueden consultar en internet y hemerotecas las fechas, las iniciativas y propuestas de Mas y Puigdemont y las actitudes de unos y de otros. Y fundamentalmente son HECHOS, no especulaciones. Necesitaba verlos juntos para resarcirme de la frustración que me ha producido leer su reproche -probablemente inocente- de que “…Puigdemont (o el Govern) pudieron hacer mucho más de lo que hicieron por evitar una medida que en sí misma es un fracaso”. Me parece injusto hacer recaer el grueso de la “carga de la prueba” (metafóricamente hablando) en el Govern cuando la otra parte (el Gobierno) no sólo no hizo nada durante años sino que incluso “deshizo”.
Con respecto a lo mucho que pudo hacer el Govern en esos días de octubre, y ciertamente algunas cosas pudo hacer, ya entra en el terreno de la especulación y no sé si es de utilidad analizarlo en el momento actual. Por no extenderme, yo, que no me considero en absoluto un radical, no hubiera hecho caso de los cantos de sirena que le llegaban a Puigdemont por múltiples canales (y en concreto de Donald Tusk, presidente del Consejo Europeo, cuyo e-Mail dicen que influenció a Puigdemont), que apuntaban a la posibilidad de una mediación internacional, y hubiera declarado la independencia con todas las consecuencias el 10 de octubre, cuando declaró pero no declaró, dejando una puerta abierta al diálogo que ni siquiera en esas circunstancias Rajoy se dignó explorar. Estaba reciente el escándalo internacional que supuso la actuación policial del 1 de Octubre, los líderes sociales y políticos no estaban todavía procesados ni encarcelados, el Gobierno no había tomado el control de los Mossos y había muchos miles de personas en la calle con una gran motivación y dispuestas a muchas cosas… Vete tu a saber.
Tengo el firme convencimiento de que la única manera civilizada de salir de este embrollo es convocar un referéndum pactado y vinculante en los términos que se establecen en el Código de Buenas Prácticas de la Comisión de Venecia. Con dos opciones o variantes de preguntas:
1. Independencia Sí o No
2. República Independiente o Nuevo Estatuto con carácter realmente federal y muy amplia autonomía (parece que el gobierno de Sánchez va por ahí aunque sin plantear la votación dual: República Indep. Vs Nuevo Estatuto).
Lamentablemente no parece que la situación del tablero político actual sea propicia para esta solución.
Por ir acabando ya, le propongo este interesante artículo de Carlos Elordi en eldiario.es que analiza la situación política con respecto a Catalunya y cuya visión comparto en términos generales:
https://www.eldiario.es/zonacritica/Catalunya-escollo-insuperable-Sanchez_6_819328096.html
Un saludo
Estimado Miguel Pasquau,
Ayer por la noche subí al blog un comentario sobre este artículo; me llevó un buen rato elaborarlo, intentando ser preciso en mi exposición.
Una vez subido, después de accionar opción de “agregar comentario”, comprobè que aparecía como comentario adjunto al artículo; esta mañana he comprobado con asombro que el comentario ha desaparició del blog, no entiendo que puede haber sucedido.
Le agradeceria si pudiera hacer alguna comprobación que pueda dar una pista de lo que ha pasado. Siento una cierta frustación por el rato y el interés que le dediqué.
Un saludo cordial
Carlos
Estimado Miguel,
El comentario anterior inquiriendo sobre el destino de un primer comentario mío a su artículo que subí ayer noche,y que había desaparició del blog esta mañana, parece que ha obrado el milagro de hacer reaparecer el comentario que daba por perdido.
No ha lugar, pues, el cuestionamiento de lo sucedido ya que el comentario inicial parece que está a la vista.
Disculpas por la alerta; misterios de lo digital…
Saludos cordiales
Carlos
Amigo Miguel: Explicatio non petita; chapapote manifestó; moralista y a la vista, incluso con las supuestas excepciones con las que tratas de salvaguardar el principio de autoridad de individuos con opiniones personales…
«Más ponderadas o más encendidas», la dualidad de una autoridad idealizada imbuida en un hooligan indocumentado cualquiera nos sitúa ante la primera incongruencia trascendental de tu texto toda vez que, si «los jueces no son jueces», ¿Qué son entonces?
¿Qué es aquello que aun siéndolo, no lo es?… Gran dilema del funambulismo itinerante por las nubes del Olimpo.
Tu misticismo togado llega incluso a negar lo evidente pues yo leo claramente que en el chat corporativo publicado por eldiario.es escribe un juez literalmente: «como español, catalán y JUEZ (y aunque no lo fuera pensaría lo mismo) …». Esto es impartir doctrina a los colegas para que tomen nota y compartan convicción. No es opinión, es comunicación en toda regla.
Calificar de «hilillos de conversación», o revoloteo de «opiniones personales» no es otra cosa que pura manipulación de los hechos fácticos. En este sentido Javier Pérez Rollo ha sido más claro en su análisis del chat de los jueces publicado en Zona Crítica de Publico.es cuando dice: «Esto es lo que produce asombro, por un lado, y provoca terror, por otro. Si el poder judicial está en manos de individuos que no saben siquiera cuál es su lugar en el Estado democrático de Derecho y son capaces de expresarse de la manera que lo hacen en un chat corporativo, la democracia española tiene un enorme problema.»
Efectivamente EL PROBLEMA ES ENORME.
Empecemos por tus mismas incongruencias, pues parece ser que la «función judicial» tiene propiedades mágicas de moira chamanista de tal forma que si el supuesto juez se ubica dentro del dominio de la función judicial entonces pierde su condición sustantiva de ser humano «ciudadano cualquiera», para ser Autoridad y consecuente «Sr. Juez»
Sin embargo, esa mágica dualidad de funciones no debe ser transparente: «creo -afirmas en tu post-, que no deberían ser publicado, porque se trata de conversaciones “no públicas”». Es decir que la ciudadanía cualquiera no debe conocer lo que piensa y opina el individuo privilegiado con la «función» mágica del «Poder Judicial»…
¿Y eso lo dices como convencido demócrata, constitucionalista, amanuense de Ferrajoli?…
¡¡¡Qué sorpresa!!!
Luego sigue eso de la teoría de la «anécdota» como excepción de un «sentir general» imaginario y desconocido. Excepción que no explica con suficiencia alguna esta profunda incongruencia.
Aunque, de nota, es lo que ocurre entre el café a las 10 y la deliberación a las 12. Se parece mucho a la transformación mágica de Superman, aunque sin cabina pública de teléfono; de hooligan cavernícola pasa instantáneamente a la figura del buen juez, trabajador y virtuoso. No obstante, para los excépticos, la transformación 10-12 se asemeja más a un caso clínico de esquizofrenia profunda que a un boceto de explicación retórica del misterio de la naturaleza geminada del juez virtuoso.
Sin embargo, es de resaltar el romanticismo épico de la casuística clínica que no puedes revelar impidiendo apreciar el alcance y la intensidad de los «buenos brotes de dualismo judicial»
¿Desengañémonos?… ¿De qué, Miguel?… Pero si ni siquiera el robagallinas de hoy; mucho menos el gitano de granada; ni El Lute, ya licenciado en Derecho, jamás pensaron brillantez tan oscura; ecuanimidad tan desvencijada, ni pureza ideológica tan contaminada, como la que siempre ha manifestado el Poder Judicial español durante, al menos, los dos últimos siglos…
,
¡Desengáñate, Miguel!… personas normales NO SON LOS JUECES… esa es justo la raíz del problema: el hecho, confirmado por la experiencia, de que difícilmente se descubre que los jueces sean personas normales. En Granada se descubrió una vez a uno (Emilio Calatayud), y todavía es Noticia Nacional. No hay más.
El problema no se encuentra en lo que la ciudadanía piensa de los jueces, que más del 70% desconfía de ellos conforme muestran las encuestas más recientes. El problema se encuentra en la realidad distópica del poder judicial español; desilustrado, decimonónicoarbitrario, autoritario, irracional e injusto sin norma de equidad alguna. Y esto sin hablar del oscurantismo de la institución menos transparente del Estado Español.
El problema no es de asepsia. Eso es un falso debate pretérito del siglo XIX, al igual que el de sexo, manías y defectos, aunque es observable una clara diferencia de género y edad que separa a los más virtuosos de los más tiránicos de este colectivo que, visto como tal, no sirve a los intereses generales del Estado social y democrático de Derecho que define el art. 1 de la Constitución Española.
¿lupa?… ¿Qué lupa?… dices «analicemos con lupa sus decisiones»… cuando tu sabes bien que lo relevante de las lupas son los aumentos, toda vez que no es lo mismo una lupa de -200 aumentos (que las hay para no ver nada que no convenga) que lupas de +100, o +1.500 o más, aumentos para ver lo que realmente interesa.
Sabes bien que los art. 446 y 447 CP son floreros decorativos sin apenas desarrollo práctico alguno y aquí traigo la principal incongruencia de tu último artículo en CTXT, sobre los aforamientos cuando dices:
«Así ocurre actualmente con los jueces, magistrados y fiscales, porque lo que se persigue con ese aforamiento es que un juez no pueda juzgar por ejemplo la resolución dictada por órgano superior, o por su compañero del Juzgado de al lado: el juez está aforado sólo por los actos judiciales, y no por “ser juez”, de manera que, aunque deje de serlo, sigue aforado cuando se trate de enjuiciar lo que hizo como juez. »
Este párrafo muestra, a mi entender, la falacia más profunda del poder judicial español, y de tu actual post, toda vez que reconoce la falta de imparcialidad, independencia y objetividad de los jueces por cuanto postula que un juez de rango inferior no puede juzgar a otro superior, ni tampoco a otro compañero de igual rango.
¿Acaso los jueces de primera instancia son menos jueces que los de segunda, que a su vez son menos jueces que aquellos de los Tribunales Superiores territoriales, que a su vez son menos jueces que los de la Audiencia Nacional, menos cualificados que los del Tribunal Supremo, que a su vez son menos jueces que los del Tribunal Constitucional?
¿En verdad quieres decir esto; que los jueces que bregan con la mayoría de la ciudadanía son los menos cualificados e incompetentes de la estructura piramidal que dibujas?
¡¡¡ Mon Dieu !!!
¡Mulgere hircum!
En mi opinión, el ejercicio práctico de la inteligencia no puede ser analizado en términos de una operación en serie que consiste en considerar prescripciones para luego ejecutarlas. Por la misma lógica el ejercicio práctico de la jurisdicción no puede ser analizado en términos de una operación en serie que consiste en considerar prescripciones normativas para luego ejecutarlas ajustándolas al caso (NORMA CASO SENTENCIA).
Un loro puede parlotear “Sócrates es mortal” después que alguien ha expresado las premisas de las que se concluye esa conclusión. Así pues, cuando decimos que alguien hace algo por puro hábito, queremos significar que lo hace automáticamente, sin tener conciencia de que lo está haciendo.
Lo hace sin mostrar cautela o sentido crítico, justo el problema ante el que nos encontramos con un Poder Judicial prepotente y tiránico.
Tu argumento; «… de personas normales entrenadas para decidir en el entorno de un proceso judicial…», se fundamenta en la esencia de la acción meramente habitual; la de ser una réplica de las anteriores.
Pero la esencia de la acción inteligente, es la de ser modificada por las que la preceden. Es la del sujeto que está siempre aprendiendo.
La mera rutina (o condicionamiento) consiste en imponer repeticiones (el culto a la jurisprudencia), de forma similar a la del recluta que aprende a presentar armas, al repetir los mismos movimientos infinidad de veces.
Ser un fumador no implica que en éste o aquel instante esté fumando o tomando café a las 10 y a las 12, sino que es propenso a fumar cuando no está comiendo, durmiendo, leyendo, atendiendo un funeral, dictando una sentencia, o cuando ha transcurrido algún tiempo después del último cigarrillo.
Los críticos del Poder Judicial no buscamos causas (o a fortiori causas ocultas) en el comportamiento de los jueces, sino que hablamos de aptitudes, habilidades, hábitos, propensiones e inclinaciones en el ejercicio de sus funciones judiciales.
La diferencia entre una persona normal y un idiota no reside en que la primera es, en realidad, dos personas (a las 10 y a las 12), y éste una sola a las 10 y a las 12, sino en que la persona normal debe hacer un conjunto de cosas que el idiota no puede realizar.
Y este conjunto de cosas exigible a los jueces lo expresa bien clarito Javier Pérez Rollo en su artículo.
Lamentablemente el Poder Judicial Español es tan escolástico y pretérito que todavía en el siglo XXI muestra graves rasgos de su actitud medieval tal y como puedes apreciar claramente en el libro de Ernst H. Kantorowicz publicado en 1957 y traducido al español publicado por Ediciones Akal en 2012 con el título «Los dos cuerpos del Rey. Un estudio de teología política medieval». Te recomiendo su lectura. Es denso, pero muy ilustrativo y uno de los mejores trabajos sobre pensamiento medieval jamás escritos.
Mi crítica no es beligerante, toda vez que lo que expreso es un profundo lamento de que las cosas sean así de hostiles para el progreso adecuado de este país.
Saludos y Buen finde
Estimado Miguel, agradecido por tu nombramiento de comentarista asiduo, deseo despedirme de tu peligroso balcón con una Tesis de Fin de Master (TFM) sobre la incongruencia judicial. El curso ha sido suficientemente nutrido y siento que mis conclusiones están ya maduras. Rectifico aquí mi errata con Javier Pérez Royo; mis duendes me llevaron por las dos eles omitiendo la y griega. Aunque si ratifico su conclusión de que la democracia española tiene un enorme problema con los jueces.
El nuevo comentarista me puso sobre la pista de tu entrevista publicada el 23/07/2018 en El Nacional.cat. Todo un documento de clásica iconografía decimonónica que en su foto de inicio ya sugiere la genuflexión más devota. Impoluta escena de púlpito con santo al fondo y sotana negra con puñetas, medallas y avalorios balanceados con el color de las banderas de atrezo. La foto es tan canónica que hasta es perceptible la fragancia de la colonia nenuco que expira.
Solemnidad catedralicia que contrasta con el discurso de la entrevista; toda una exhibición de malabarismo retórico de alto nivel transitando sobre la cuerda floja que constantemente le tiende el periodista Nicolás Tomás.
Ciertamente la entrevista es todo un tratado de equilibrios valientes cruzando un pantano repleto de cocodrilos hambrientos. La gesta bíblica de un Jesús que camina sobre las aguas palidece ante este ejercicio de Pasquau caminando sobre la virtualidad catalana sobre los mismos morros de los cocodrilos de Madrid… ¡Mon Dieu!… qué proeza épica!!!
¿Falta de compromiso?; «¡frase fundamental!; ¡compromiso con una finalidad!; ¡también aquí en España, desde la jurisprudencia del TEDH y el TC se considera una “falta de compromiso”!… ¡Me ha resultado llamativo, pero también hace transparente dónde está el problema! … »
La entrevista es toda una exhibición de narcisismo retórico sin ninguna repercusión trascendental a excepción de una incongruencia que vuelve a poner sobre la mesa la tesis de Pérez Royo.
La entrevista recoge la siguiente declaración: «Desde el principio pensé que en el planteamiento de las acusaciones ha existido lo que denominamos una “abducción” de los hechos: busco la norma que me parece adecuada de acuerdo a la gravedad del asunto, interpreto la norma forzadamente para que la realidad encaje en ella. Es leer la realidad desde la norma, por lo que se acaba construyendo un relato que sirve para subsumir los hechos en el delito, pero que puede acabar desfigurando la realidad misma. Pero en la medida que logra una motivación que entiende buena parte de la comunidad jurídica, lo deja fuera del ámbito de la prevaricación.»
Varios son los elementos destacables que esta declaración encierra:
PRIMERO: El concepto de «abducción». Dices literalmente; «Es leer la realidad desde la norma». Toda una frase vacía de realidad y carente de significado racional toda vez que lo mismo se puede decir de la ciencia que lee la realidad desde la teoría. Sin embargo, hay sensibles diferencias radicales entre el razonamiento abductivo y el razonamiento deductivo o inductivo del método científico racional. El más relevante es que la abducción es una inferencia primitiva de los chamanes. No contiene ninguna validez lógica (conculca el art. 218.2 LEC con relación a las reglas de la lógica), necesita de confirmación fáctica. Para Umberto Ecco conforma el modelo de especulación hipotética del detective relacionando indicios con hipótesis. Aunque desde la perspectiva lógica la abducción no es más que un modelo de falacia de la afirmación del consecuente. Y tu mismo lo reconoces cuando dices: «… se acaba construyendo un relato que sirve para subsumir los hechos en el delito, pero que puede acabar desfigurando la realidad misma.»
SEGUNDO: Emulando la frase de Pérez Royo, «lo que produce asombro, por un lado, y provoca terror, por otro», es en este caso es tu siguiente párrafo: «Pero en la medida que logra una motivación que entiende buena parte de la comunidad jurídica, lo deja fuera del ámbito de la prevaricación.»
Es decir que dejas fuera del ámbito de la prevaricación el primero de sus tres componentes más característicos; la irracionalidad de la abducción. Característica fijada por la lógica (art. 218.2 LEC) y la jurisprudencia que asimismo conduce al segundo componente; la ilegalidad. Siendo que ambos dos definen el tercero; la injusticia.
Aquí la cuerda floja se te rompe y el cocodrilo te devora cómodamente ya que tu malabarismo retórico hace aguas jurídicas por todos lados.
Pero de nota es tu ejemplo del guante de 4 dedos: «Y ahí es donde se produce esa “abducción”. Si el guante tiene cuatro dedos y la mano cinco, le corto un dedo a la realidad, o le hago un agujero interpretativo al guante. Esto se hace con frecuencia, y puede dar lugar a la crítica.» Si esto no es prevaricar; no existe prevaricación posible.
Pero ya de matrícula de honor es tu afirmación cuando dices; «Esto se hace con frecuencia». Y lo dices como magistrado del Tribunal Superior de Justicia de Granada, cuya competencia es precisamente juzgar las denuncias por prevaricación formuladas contra los magistrados aforados de Andalucía.
Consecuentemente vuestras inadmisiones de las denuncias de prevaricación judicial han de ser calificadas de inadmisiones a sabiendas de la injusticia.
¡PLENO AL 447 CP!
¡Mon Dieu!
¡Qué fuerte!
Con este TFM me despido –con dolor–, de tu balcón completamente aterrorizado por el gran problema que realmente tiene la pobre Democracia Española.
Espero que reflexiones con honestidad ya que tu silencio te compromete.
Un saludo.
Quiero aclarar a los demás, Aramis (tú ya lo sabes), que mi falta de respuesta a tus comentarios a partir de cierto momento no se ha debido al desprecio, ni al despecho, ni a nada que hayas dicho en tus comentarios. Pero no me siento autorizado para explicarlo. Saludos.
” Dises que tu a mi no me quieres,
pena yo no tengo ninguna,
porque yo con tu querer
no tenía hesha escritura.”
” Yo te quisiera hablá
yo te quisiera hablá,
pero tu estás como Cadiz
de murallas rodeá.”
(Bulerias de la despedida con comillas sin plagio, Don Antonio Mairena ).
Ayyyy … Amigo Pasquau…
Dicen que la curiosidad mató al gato pero que éste murió sabiendo porque su curiosidad era más grande que el miedo. Lo digo por mi, no lo digo por ti ya que tu mejor amigo lo llamas «bribón». Yo soy más de gatos porque me encanta su libertad, curiosidad e independencia.
Pero admito que la curiosidad me hizo picar, y de lejos volver a tu balcón, cosa que no acostumbro cuando hago maletas.
Pero cometido el pecado, yo también te quiero aclarar a ti (que no tanto a los demás), que jamás he sospechado de tu silencio, ni sentido desprecio, ni despecho de tu parte porque respeto tu libertad y me sorprende positivamente tu talante (y lo sabes porque te lo he dicho en varias ocasiones).
Jamás me hubiese acercado a la jurisdicción si no la hubiese sufrido de cerca. Soy de ciencias y de letras, he escrito mucho y estudiado mucho más, incluso he dirigido publicaciones de divulgación científica punteras en Andalucía pero jamás imaginé lo que he visto en el mundo del «derecho». Te lo digo con pena y dolor, pero sin rencor ni ofuscación alguna.
Me he preocupado y ocupado en investigar y tratar de comprender el por qué de esta tiránica institución que frustra la ilusión de progreso de un país tan castigado como España. Y lo sabes bien!… Cuando llegué a tu balcón fue con la ilusión de un texto a tus alumnos sobre el valor de las preguntas y también por tus sentencias sobre la prevaricación judicial.
He sido todo lo honesto que se puede ser con un pseudónimo y he estudiado a fondo todos tus textos (cosa que sabes bien). He sido crítico de intensidad creciente, porque también los acontecimientos te llevaban a aproximarte cada vez más cerca al punto de mis indagaciones epistemológicas centradas justo en el tema de la prevaricación judicial.
Se positivamente que no sólo no estáis familiarizados con la crítica, sino que además sois bastante hostiles a ella; ni la comprendéis, ni en las facultades de derecho os entrenan en pensamiento crítico alguno. Vuestra formación, es además, pésima en todos los sentidos y órdenes.
Ni se, ni me importa, tu falta de respuesta a mis comentarios. Te lo digo sinceramente. Lo mismo que me resulta ridículo tu requisito de autorización para explicar el secreto de tu «falta de respuesta» …
Puedes elucubrar –o mejor; abducir–, lo que quieras. Carece de interés la conclusión secreta a la que llegues, por cuanto no modifica en nada ni tus artículos, ni mis comentarios. Los ingleses le llaman a eso «nonsens». Tú lo puedes llamar como quieras. A mi me da igual; de verdad.
Sólo en la Edad Media la gente aprendió a leer en silencio y desde entonces muchos «expertos intelectuales» piensan que el silencio es una característica definitoria del pensamiento. Pero el silencio es conveniente en muchos casos. No es, para nada, esencial; como tampoco es esencial que un auditorio tenga 10.000 oyentes, o tan solo 1.
Lo que distingue los actos tontos de los sensatos, no son sus audiencias, sino su procedimiento. Es más, con frecuencia el ingenio no se percibe en lo que oímos, sino en lo que no oímos en el silencio.
He aprendido mucho en tu balcón, y algunas conclusiones pronto verán luz, cuando yo mismo me autorice para publicarlo. Pero siempre lo haré con respeto a tu silencio y su ¡causa abducida!, que ni conozco, ni me importa, porque tu balcón es público, ambos somos libres, y mi interés supera toda casuística individual; con distancia.
Saludos y suerte Miguel. No comparto tus posiciones, pero respeto tu esfuerzo por una justicia mejorable.
El principal valor de mis opiniones se adquiere desde la posición de justiciable, no desde la del observador manifiestamente ignorante de lo que realmente se cuece en la distopía de ls jurisdicción.
¡Y tu bien lo sabes!
¡Eppur si muove!
Saludos.
Jajajaja Miguel, ¡hoy es un gran día!
¡…No hay dos sin tres…! dicen los expertos del Santo Sepulcro por cuanto la diferencia entre la santidad y la perversidad es que los pecadores somos pecadores a tiempo completo; tanto a las 10 como a las 12, mientras que a los santos se les perdona entre horas canónicas; preferentemente entre la tercia y la sexta.
Mi pregunta hoy: ¿A qué hora estaban los Supremitos y altos fiscales con las menores colombianas, también camareritas tristes de hotel?… ¿Eran las 10; o las 12, hora local colombiana?
Decía Baruch de Spinoza (1632-1677); «…Cualquier cosa que sea contraria a la Naturaleza (la esquizofrenia judicial 10-12) lo es también a la razón, y cualquier cosa que sea contraria a la razón es absurda…»
Hay muchas cosas contrarias a la razón en este país manifiestamente absurdo desde maitines hasta completas…
Pero las placas tectónicas se mueven bajo el Sacro Sepulcro del Valle de los Caídos… jajaja (¡sentido crítico geológico!… ¡ojo! )
¡Vaya que si se mueven!
¡Eppur si muove… a todas horas!…
Villarejo y la vitrina TSJA pertenecen a la misma historia
¡Yo no!… que lo sepas!!!
Saludos
Fin de mi historia.
¡Au revoire, Aramis!
Post Data:
Aún a riesgo de ser pesado quiero aclararte que mi insistencia no se debe a desprecio, despecho, o afrenta, ni nada parecido. Por eso vuelvo para dejarte algo que desde mi orilla bien te puede explicar nuestra sustantiva distancia. Se trata de un reciente artículo de R. Skidelski; La buena política y la mala economía:
https://www.project-syndicate.org/commentary/liberalism-without-neoliberalism-by-robert-skidelsky-2018-09/spanish
No es ningún embrujo abductivo, ni sortilegio querulante de media noche..
¡Espero que lo disfrutes!… .
De verdad.
Te echaré de menos, Aramis, leguleyo masturbador de cabríos machos del pensamiento lógico y ontológico. Echaré de menos tu empanada mental de Autodidacto sartriano. Si me lo permites, te propongo otro TFM: “La abducción en la tríada inferencial de Charles Sanders Peirce”.
Eppur si muove! En efecto, pero serías tú, debajo de tu olivo, con un movimiiento de vaivén onanístico mientras te solazas con el pragmatista norteamericano. ¡COÑAZO!
¡Por alusiones!… De Carlos Vecino:
Estimado «Vecino Carlos» Lo bueno de los caminos es que siempre se pueden transitar en dos direcciones, aunque andar la una no implica desandar la otra, toda vez que el andar siempre es de frente por simples razones anatómicas so pena que seas la hija del exorcista. Y entonces el «estupor» es compartido.
«ESTOICISMO» … me compadezco de ti y te libro de la carga de soportar mi inmisericordia bajo pena de que te informes del significado del término.
«DESTILAN INQUINA SORPRENDENTE» se refiere a una percepción tuya que habla más de ti que de mi crítica, toda vez que confundes feligresía con libertad de culto, confundiendo argumentos con personas y reduciendo el libre debate de ideas a una confrontación demiúrgica entre el bien y el mal.
«LO HE EXPERIMENTADO EN CARNE PROPIA», … aunque es manifestó que no comprendes lo que tu propia carne experimenta toda vez que la supuesta dificultad probatoria de la prevaricación no es sustantiva, sino inducida. Es decir que lo que experimentas es el engaño, que es cosa distinta de lo que aluden esa supuesta mayoría de profesionales del ámbito jurídico que refieren la impostura de la sumisión a la conveniencia de un sistema que genera enormes ganancias sobre letras y letrados.
«IONOSFERA ARGUMENTAL»… ¡Chapó amigo Vecino!… Coincido contigo en el símil de que toda crítica sea un proceso de ionización de argumentos escleróticos con los que se liberan grandes cantidades de electrones libres… y consecuentemente entiendo tus dificultades de transitar por un territorio atmosférico tan inhóspito para feligresías.
«NARCISISMO RETÓRICO»… Narciso era un joven hermoso y llamativo que enamoraba doncellas por doquier… En este caso la ambigüedad bien peinada también puede resultar hermosa y llamativa llegando a enamorar feligreses por doquier. Consecuentemente calificar un texto de «narcisismo retórico» no es más que un recurso metafórico que califica la ambigüedad bien estructurada. No es ningún insulto, ni desprecio a Miguel, sino todo lo contrario toda vez que reconozco con ese calificativo la belleza de su ambigüedad y su enorme capacidad de enamoramiento de doncellas.
«ONANISMO DIALÉCTICO»… ¡Mon Dieu!… hablemos de sexo: Pero pregunto primero; ¿Es la masturbación una opción sexual incongruente?, ¿Es la supuesta identidad posicional percibida por un observador cofrade determinante de onanismo dialéctico del crítico iónico? ¿Acaso el observador cofrade no sufre de síndrome multiorgásmico por causa del estupor que le produce ver a su demiurgo criticado?…
EL PERIODISMO Y LA ENTREVISTA: Mientras me respondes amigo Vecino quiero, en la medida de lo posible, tranquilizar tu estupor aclarándote que la entrevista de Miguel en ElNacional.cat tiene un alto valor didáctico para mi porque ese alto grado de ambigüedad logrado en ella por Miguel es de mérito por cuanto su imprecisión milimétricamente calculada es de una precisión nanométrica.
Llegado a esta convicción, la cuestión relevante es ¿por qué concede Miguel esa entrevista?…
Desgraciadamente el periodismo español es un periodismo de servidumbre, y si bien es fácil de entender por qué El Nacional.cat quiere entrevistar a Miguel, no es tan evidente el por qué Miguel quiere exhibir esa excelencia de malabarista en cuerda floja con una ambigüedad tan precisamente equilibrada y de estética tan bella.
No es nada fácil lograr esa maestría argumental frente a un auditorio de cabreados diversos.
Es un arte sublime que le reconozco a Miguel positivamente como altamente meritorio,
Y se lo reconozco con simpatía y empatía suficiente como para que te tranquilices y no sientas ni estupor, ni que manifiesto inquina alguna contra tu bien querido Miguel.
¡Mulgere hircum!
Amigo “Aramis”,
Tocado y hundido. Ya reconocí mis limitaciones en mi comentario. Ni enclaustrándome largas horas sería capaz de producir un texto que pudiera compararse a los suyos en riqueza léxica y frescura y brillantez literarias. En ese sentido no es mi intención entablar una contienda Quevedo-Gongoriana con usted ya que reconozco de entrada que no estoy a la altura y además tengo muchas otras prioridades en las que emplear mi tiempo.
Valoro en Miguel Pasquau algunas de las cualidades que usted le reconoce. I especialmente la valentía que manifiesta, como magistrado en activo, al exponer públicamente sus opiniones frecuentemente discrepantes de la opinión general del “rebaño” en medio de la jungla peligrosa de la judicatura, situación que usted describe muy elocuentemente con la metáfora “funambulismo en la cuerda floja sobre el foso de los cocodrilos” (o algo similar, no transcribo literalmente).
Pero no es ese el terreno que me interesa, el de la crítica de las actitudes personales, sino el de la simple confrontación de opiniones y argumentos y el análisis de los hechos desde perspectivas diversas. Reconociendo evidentemente su libertad y legitimidad para abordar la crítica desde donde le dicten sus gónadas de macho cabrío.
Me parece un exceso que me enmarque usted en un supuesto grupo de feligreses acríticos de Miguel Pasquau ya que mi admiración no significa de ninguna manera adhesión, como habrá podido comprobar en mis escasos comentarios en este blog (y espero que en mis futuras intervenciones esporádicas). Simplemente, insisto, mi terreno no es el de la crítica de las actitudes y motivaciones personales sino el de la sana confrontación de opiniones y argumentos.
Anunció usted su viaje de huida de los peligros balconarios de este blog y aunque explícitamente reconoció que no es su costumbre una vez hechas las maletas, ha regresado repetidas veces. No será que, sin percibirlo, ha pasado usted a engrosar el coro de doncellas enamoradas del Narciso Miguel?
Saludos
PD. Con todo mi respeto y apoyo incondicional por las técnicas del autoplacer, conviene de vez en cuando plantearse la posibilidad de encontrar un uso práctico al producto del ordeñado del macho cabrío, por el bien de la continuidad de la especie.
JAJAJAJA … Amigo Carlos
Mis gónadas acuden a lo que les divierte… es la simple pasión de cabra que tira al monte andando y desandando trechos y pedregales en busca de lo divertido…
Aunque la verdad sea dicha no me veo yo dentro del coro de doncellas enamoradas del narciso del Santo Sepulcro de allá o acá, por mucho silencio que desprenda el mármol… jajaja…
Pero la idea me divierte y reconozco su puntito… jajaja… por muy alejado que me encuentre de ella. Pero ¿Quién sabe por dónde te traiciona tu propio subconsciente???…¡Son secretos de Diván!
Tocado; no se. Pero hundido no te veo ya que levitas por tus mismas prioridades en terrenos que dices que te interesan de confrontaciones y perspectivas diversas.
Está claro que desde la ionosfera de tu preferencia miras hacia abajo sin ver la chepa adiposa que te adhiere desde arriba con el sano santoral…
«SANA CONFRONTACIÓN» dices sin ni siquiera saber de dónde viene tu santidad y tu sanidad “confrontativa,” de irrefutables raíces históricas marcadamente jesuitas de la Francia prerevolucionaria…
Estimado feligrés de cofradía Quevedo–Gongorina; yo se lo que ignoro, pero tu ignoras «sanamente» lo que dices que sabes.
Amigo Vecino, las cabras sabemos subir al monte –y bajar del monte; también–, sin necesidad de caminos… Pero los más intrépidos carneros suelen perderse en el más recto de los arriates…
Saludos Chaval!!!
Y buen finde… y divertido; claro!
Amigo “Aramis”,
Tocado y hundido. Expresión con la que quise dar a entender, probablemente sin acierto, que me rindo ya, sin interés alguno por continuar con este intercambio de andanadas, y menos todavía en un espacio que, aunque de acceso público, no me pertenece y no tengo derecho a monopolizar con batallas personales.
Ejercido ya su derecho a réplica, que naturalmente le corresponde por alusiones, se lo expreso en términos taurinos: ya no pienso entrar al trapo. O si prefiere, buscando el minimalismo sintáctico, me apropio de una expresión que ha hecho fortuna en algunos círculos y que pertenece a uno de los letrados de moda a raíz del procès catalán, Gonzalo Boye, para decirle: Ahí lo dejo!!
Y, faltaría más, gracias por la diversión!!
Saludos
Carlos, de “ladrillazo” nada, es una presentación ordenada de hitos del procès que ponen de manifiesto cómo se ha vivido desde posiciones soberanistas o simplemente catalanistas. Yo también pienso que dada la gran mayoría de catalanes que quiere ser consultado en referéndum, no habría mejor solución que celebrarlo. Y aquí es donde encalla la cuestión, porque la “mayoría social” del conjunto de España no está por ello, ya sea porque significase una “concesión” (???), o por no correr el riesgo de que de la consulta saliera una respuesta contundente. La cuestión es encallada es la siguiente: ¿qué hacer si una aspiración o reivindicación “legítima” no encuentra cauce? No es que la constitución no permita la consulta, sino que deja la decisión en una autoridad (el presidente del gobierno) que es discrecional. Es decir, puede hacerlo, pero puede no hacerlo. La negativa a pactar un referéndum puede tener un reproche político en Cataluña (quizás un premio político en otros lugares), pero no un reproche de constitucionalidad, lo cual no deja de ser relevante. En cambio, la decisión de hacer el referéndum “no pactado” puede tener premio político en Cataluña, pero un reproche de constitucionalidad. Para mayor complejidad, el conflicto entre legitimidad y constitucionalidad es percibido como tal conflicto en una mayoría de catalanes, pero no en una mayoría de españoles.
Es cierto que la decisión de convocar un referéndum está apoyada en una mayoría parlamentaria que lo prometió. Pero también lo es que una mayoría parlamentaria no puede decidir sobre cualquier cosa. Si ese mismo Parlamento sujetó la reforma estatutaria a una mayoría de 2/3, ¿cómo defender que una mayoría inferior apruebe las leyes de desconexión?
La sociedad catalana puede aspirar, puede reivindicar, puede “apretar”, puede incluso desobedecer. Pero cuando s una autoridad quien consciente y determinadamente conculca el marco constitucional que le ha dado esa autoridad (tienen mayoría parlamentaria por una ley electoral aprobada en un marco constitucional determinado), entonces es cuando, Carlos, tiene sentido el 155.
¿El Gobierno de Madrid pudo hacer mucho más?¡Por supuesto! Pero el reproche que merece es político. En cambio, el reproche que merecen las autoridades catalanas (no su pueblo) era un reproche “legal”, ese es el problema.
Mi impresión es que esto sólo se resuelve con un Gobierno de Madrid capaz de ser políticamente audaz, y un Govern o mayoría parlamentaria catalana capaz de reconocer que fuera de los marcos constitucionales (incluidas sus reformas) no tienen competencia alguna. Pero me temo que para eso hacen falta años. Los partidos catalanes debían ponérnoslo más fácil a los españoles que apoyaríamos al Gobierno que plantease el referendum, y los partidos españoles deberían facilitar las cosas a las autoridades catalanas, que también están entre la espada y la pared. Y no llamar una y otra vez al Primo de Zumosol, como ha hecho Casado esta tarde, para anticiparse a Vox, pidiendo la ilegalización de los partidos indepes.
Es un placer leerle.
Saludos.
Miguel,
Soy consciente de todas las incoherencias, incongruencias y líneas rojas que tan claramente expones (condición de “docente” obliga!).
De acuerdo en que es difícil justificar que se requiera una mayoría de 2/3 del Parlament para una reforma estatutaria y se pretenda “desconectar” Catalunya apoyándose en una mayoría absoluta. Ese es también el requerimiento en el Congreso y el Senado para aprobar una reforma constitucional (con posterior ratificación mediante referéndum) que pudiera eventualmente permitir el referéndum de autodeterminación. Por ahí la situación es intransitable por una evidente falta de mayorías tanto para una cosa como para la otra.
El camino alternativo, una eventual consulta pactada no vinculante pero con un explícito compromiso de abrir una negociación sobre la autodeterminación en el caso de mayoría por la independencia, entiendo que no requeriría una reforma constitucional. Es una cuestión de voluntad política. Pero la realidad política evidencia que ese camino está también bloqueado.
Cuál es la situación? : Una ratonera diabólica. Y mientras tanto, dos millones largos de catalanes que sienten como una imposición su pertenencia al Estado Español. No es un panorama alentador en un Estado de Derecho.
Dada la imposibilidad del Govern de “desconectar” unilateralmente, por la incongruencia constitucional que eso supone ( y el 155 amenazando permanentemente), parece que la vía de la presión ciudadana del bloque independentista (desobediencia civil) es la única alternativa en estos momentos para los que sentimos una profunda indignación por lo que está sucediendo.
Pero también esa vía puede convertirse en una ratonera. No hay más que ver los titulares de hoy de la prensa conservadora de Madrid (y las declaraciones de vuestra presidenta Susana Díaz) en relación a los incidentes de ayer en el Parlament al final de la manifestación por el 1O en Barcelona; o las portadas que inspiraron los incidentes de la contramanifestación independentista/antifascista del sábado. Están deseando asociar violencia a independentismo para justificar el falso relato de violencia que legitime la instrucción de Llarena por rebelión. Lo expresa magistralmente A. Van den Eynde (abogado de Junqueras y Forcadell) en un twit de hoy, advirtiendo a los CDR:
“Ja ens avisen amb això dels “comandos”. Preneu nota. Ho van fer amb els “tumultos” i ja coneixeu la conseqüència. Volen conduir la gent, com si fos un ramat, al clos del Codi Penal i aquí no sobra ningú”.
“Ya nos avisan con eso de los “comandos” (por los CDR). Tomad nota. Lo hicieron con los “tumultos” y ya conocéis las consecuencias. Quieren conducir a la gente, como si fuera un rebaño, al cercado del Código Penal y ahí no sobra nadie”.
Te añado un enlace a un artículo del domingo del escritor catalán Albert Sánchez Piñol sobre el tema de la desobediencia civil en el actual contexto político catalán. Y aprovecho para recomendarte sinceramente la lectura de su libro Victus. Originalmente escrito (el libro) en castellano (porque así se lo pedía el cuerpo) y posteriormente reescrito en catalán. De cómo el amor a las lenguas y la creatividad no conoce banderas ;-).
https://www.elnacional.cat/es/opinion/albert-sanchez-pinyol-el-tren-de-la-republica_309327_102.html
Saludos cordiales
Muy bien descritas las ratoneras.
Yo también creo que ese referéndum consultivo, vinculante “políticamente”, es una ventana. Mi problema respecto de esa opción es que si es consultivo, el resultado de la votación puede no ser fiel reflejo de la voluntad popular, como sí lo sería si fuese vinculante y determinante (final de un proceso, y no inicio). Estoy seguro (y es razonable pensarlo), que si fuera consultivo mucha gente que preferiría fórmulas intermedias de asociación/federación votaría “sí” a la independencia para exhibir fuerza en el proceso que habría de iniciarse. En cambio, si se establecen con claridad las consecuencias del resultado, cada “sí” y cada “no” no admitiría segundas lecturas. Reconozco que esta objeción me impide auspiciar el referéndum consultivo. Desde mi posición favorable a que Cataluña siga en España (posición que se debe a que estoy convencido de que España sin Cataluña sería peor en todos los sentidos -no sólo en el económico.), prefiero un referéndum vinculante a cara de perro, acompañado de una suerte de “ley de claridad” (es decir, que todo el mundo sepa claramente las consecuencias de su voto, y que se establezcan con claridad condiciones y efectos).
Hola que tal?
Una visita rápida de doncella embrujada de narcisos sepulcrales en busca de su zapato perdido antes de que pase la carroza de medianoche: Aramis dixit:
Que el silencio está lleno de todas las palabras que no queremos oir con independencia de que sean las 10 o las 12…
Aunque hoy hemos oído todos al juez de las 12 hablar como el idiota machista de las 10 diciendo «bicho» e «hija de puta» en su toga deliberativa… en adelanto plasma-atico de su ratio decidendi manifiestamente fundamentado; imparcial, objetivo y estrictamente sometido al Imperio de la Ley y del art. 24 CE. (of course… Mon dieu… ¡Faltaría más!)
https://www.publico.es/sociedad/violencia-machista-bicho-e-hija-puta-mofas-juez-victima-violencia-machista.html
Visto lo visto y oído, mi pregunta es; ¿Calificas esto de brote bipolar trinitario –juez, letrada y fiscala–, o es simple atraso del horario en zona horaria indeterminada?
DEUX EX MACHINA (ojo; «Dios desde la máquina»), decían los griegos de las tramoyas celestiales (es decir; gruas) que bajaban a la escena del teatro a un Dios que daba un giro a la trama.
Hoy, a la vista del esperpento de impostura judicial pregunto: ¿deberíamos decir ¡¡¡ DEUX EX VIDEO A LAS 12 !!! ?
¡¡¡ Eppur si muove !!!
Arrivederci Granada