Jamás se me habría podido ocurrir juntar las letras necesarias para escribir un nombre así: Alessio Rastani. Sería tan inexpresivo y aleatorio como escribir "Rolendo Casmín", o "Larsten Zimhiwell". Y sin embargo, se ha convertido en un día en un nombre propio en boca de todo el mundo. Tres minutos de televisión hacen maravillas. No sé cómo se llama el presidente de Hungría ni el de Canadá, pero ya podermos pronunciar "Alessio Rastani"con la seguridad de que los demás saben de quién hablamos: sobre todo si añadimos la palabra brocker y a continuación hacemos alusión a lo que dijo en televisión.
Quizás sea un actor, o un "indignado" disfrazado de corredor de Bolsa. Entonces tendría sentido. Lo cierto es que ese hombre fue, en sus tres gloriosos minutos, una caricatura viviente. Las buenas caricaturas exageran los rasgos de la verdad para que ésta no pase desapercibida. Son retratos eficaces. Lo que dijo ese tipo retrata al sistema: como las operaciones financieras (es decir, las órdenes tácticas de compra y venta de valores ficticios que son producto de otras compras y ventas que a su vez etc., etc...) están exentas de control político por no existir ni policía ni jueces ni parlamentos con competencia para "interferir" en la libertad de negociar, resulta que la cosa más privada imaginable (hacer dinero en un casino) se ha convertido en la norma que regula buena parte de nuestras vidas.
Algo va mal, y ni siquiera sabemos a quién protestarle. Está bien que vayan diluyéndose las fronteras territoriales, pero habría que recuperar algún otro tipo de frontera frente a la codicia, frente a la ganancia a costa de sufrimiento, frente al beneficio destructor de derechos. ¿Dónde puedo alistarme en la guerra por esas fronteras? ¿Dónde está el ejército que nos defienda de ese enemigo? Propongo al que sea nuevo ministro de Defensa que diseñe un servicio militar obligatorio para aprender el manejo de las armas contra los enemigos de nuestros derechos. Me ilusiona más que defender la isla de Perejil de la invasión mora.
¿Codicia viene de abrirse camino a codazos?.
Alessio Rastani, primera vez que oigo su nombre, vale…me he ido a ver de qué va este tío, me he quedado más o menos igual que estaba, hay gente pa´tó che.
Y desde luego hay gente que cree que los vicios privados dan origen a beneficios públicos. Helo ahí.