“Café de Flore”, J.M. Vallée

 
Igual que a las novelas les pido literatura, a las películas les pido cine para que me entusiasmen. Y "Café de Flore" está llena de cine. Podría decir que en cada una de las escenas hay al menos un detalle de gusto. No hablo de guión, ni de interpretación, ni de diálogos: hablo de impactos visuales, de conjunción entre el movimiento y la música, de composición bien ajustada de elementos heterogéneos. 
"Café de Flore" es una monumental película sobre el amor. Porque es amor el de la madre por su hijo con síndrome de Dawn, el de su hijo por su amiga Véro, también con síndrome de Dawn, el de Jacqueline por su marido, el de su marido por la rubia que irrumpe con otra forma de amor irresistible. Amor que quiere y que ata, amores cruzados que coexisten, porque el corazón no tiene sólo una estancia. El dolor de la pérdida del amor. La limpia y clara resolución final de soltar amarras como gesto de amor. 
Dos historias anacrónicas que se tocan en los sueños de Jacqueline, hasta que descubre la terrible verdad de que su alma gemela es gemela de otra alma, de que un amor tan sólido y resistente al exterior se desmorona por fuera, y no por dentro, porque por dentro seguirían amándose sin hacerse daño.
"Mama, café", decía el niño cada vez que se acordaba de su amiga Véronique. Primero la canción (que da título a la película) era un juego, y la madre amaba la canción porque amaba a su hijo. Hasta que tuvo que destruirla, porque el niño eligió a la canción, y no a la madre. 
El desenlace es una exigencia del guión. La médium, la reencarnación, la revelación final irrumpen y distorsionan dos historias que en sí mismas son una maravilla. No molesta: es sólo el episodio final que no convierte la película en esotérica.
Si pueden, y si les gusta el cine lleno de cine, no dejen de verla.

4 Respuestas

  1. Anónimo

    "Porque el corazón no tiene sólo una estancia", preciosa manera de explicarlo. Sería un pobre corazón si así no fuera. Pero cuando las estancias dejan de ser compartimentos estancos, el corazón pierde su ritmo acompasado.
    Intentaré ver la película.

  2. Tomo nota, Miguel, porque me gusta "el cine lleno de cine".
    Saludos,
    Patricia

  3. La he visto hoy Miguel, y recordaba que la habías dedicado un post. Lo he releído esta vez con la película vista, y sí, merece la pena. Me ha gustado mucho.
    Un saludo,
    Patricia

  4. Pepa

    Sí, bonita historia, aunque buen exponente del demoledor triunfo de la sexualidad masculina (algo simple) sobre un estereotipado instinto de acaparación femenino. Eso sí, dignísima ella.

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