Troitiño es un asesino, pero había cumplido la pena que se le impuso. Los días que estuvo como preso preventivo (es decir, antes de la sentencia condenatoria definitiva) fueron días contantes y sonantes: uno detrás de otro entre rejas, donde sin duda debía estar. Esos días se consideran cumplimiento anticipado de la condena, y por tanto debían restarse al total de días contantes y sonantes que debiera CUMPLIR, y no al número etéreo de días a que fuera condenado. Si la ley dice que nadie puede estar por una acción delictiva más de 25, 30 o 40 años en prisión (lo que, por cierto, está cargado de sentido, aunque no satisfaga el ánimo popular de venganza), no puede estarlos ni como condenado ni como preso preventivo por ese delito. Aunque nos guste que el etarra "se pudra" en la cárcel, Troitiño se había podrido todo lo que permitía la ley, y por tanto debió quedar libre.
Pero me temo que quien tiene razón es, lamentablemente, Ana Mato: los jueces han rectificado por el "clamor popular", ha dicho. Han querido conformar al pueblo, pero al pueblo le da igual la ley en estos casos, quiere cárcel. Pero qué miedo eso del "clamor popular". El clamor popular no es fuente del derecho, y menos aún del derecho penal. Me da miedo lo feos que nos está haciendo el antiterrorismo. Es otra de las lacras del terrorismo: los excesos simbólicos del contraterrorismo. Como todos estamos contra ellos, todo está permitido contra ellos, y nadie se atreve a poner objeciones, no vaya a ser que nos lapiden por tibios, garantistas, tiquismiquis o débiles.
Yo pienso que habría sido mejor explicar que tiene sentido esa regla moral según la cual incluso al más abyecto de los asesinos ha de permitírsele recuperar la libertad alguna vez, porque 25 o 30 años de cárcel son el límite que puede soportar nuestro concepto de dignidad humana. Podremos seguir considerándolo un despreciable asesino, podremos establecer medidas de seguridad para que no vuelva a delinquir, pero ese tipo había pagado la deuda que se le impuso por los tribunales, por escasa que le parezca al pueblo.
Esta reflexión no es sino una continuación de la anterior, servida por la noticia de la actualidad.
Como siempre, me parece que bordas estos temas, que de tan delicados, da miedo pronunciarse, no vayan a pensar que una defiende algo que no debe.
Buena semana santa.
Es evidente,cada vez tengo más claro que la humanidad sólo avanza tecnológicamente. La sociedad se sigue comportando como en plena edad media….." el clamor popular pide más castigo".(sangre!)(hacer leña del arbol caido!)
Y yo me pregunto, los jueces a veces se equivocan…?…son realmente imparciales..?…Un preso cumple su pena con la garantía de salir totalmente rehabilitado, arrepentido..?
…Pero si, qué miedo ese clamor popular!! Un clamor que se extiende por contagio, no fruto de una profunda reflexión, no es el resultado de información y conocimientos….,pierde la cordura, la compasión!
Piden más cárcel para un preso que ya cumplió su condena y ponen a partidos de ultraderecha en el gobierno, muy preocupante!
Saludos.