Copio el comentario que Carmen Ballesteros (de quien sólo sé que es una muy buena lectora) me ha regalado en Facebook. Si digo que me entusiasma, me quedo corto. Busco una palabra más exacta, pero no la encuentro. Sería una palabra que se rozase con otras como abrumar, conmover, y euforia. Gracias, Carmen.
"¿Recordáis aquellas escenas en que ante una obra increíble el público calla durante interminables minutos hasta que alguien de manera lenta rompe a aplaudir y el aplauso se convierte en ovación? Pues eso es lo que hubiera hecho esta tarde al terminar el libro, si hubiera tenido a su autor delante...
Es una deliciosa lectura de principio a fin. A mitad del libro dejé de anotar en esa libretita de pequeñas joyas que empleo para apuntar frases y escenas que me entusiasman de forma literal, porque hubiera copiado el libro entero.
No sé dónde anda mi punto de fuga, pero creo que jamás volveré a comer un tomate sin pensar quién se habrá bañado en la Alberca que los riega, beber un gin tonic sin pensar en Luis o pensar en la luna que sale de la misma casa cuando la vea redonda y plena en el cielo de Agosto.
Ha sido una delicia de principio a fin, tanto, que os aseguro que volveré a leer a su autor, y por supuesto a Borges... cómo no... ya no podría prescindir de él, quizás para descubrir entre líneas quién o qué es Beatriz.
Amigo mío, piensa que has conseguido transportarme a los campos de Andalucía, a una época política no muy lejana y a un delicioso amor mientras las lágrimas de San Lorenzo caen. Y ese final.... dulce y apoteósico, es como tomar una curva bien dibujada, acelerando en el punto justo para salir de ella con suavidad, dejando todo atrás y disfrutando del paisaje.... bufff!!! Me ha entusiasmado!
Gracias Marcos Fortuño, perdón...gracias Miguel Pasquau Liaño..."
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