"Las dictaduras más tiránicas que el mundo ha conocido se han establecido a la sombra de Asambleas parlamentarias". La representación parlamentaria es "una teoría anticuada y una experiencia superada. El poder debe ser enteramente del pueblo". Estas palabras las escribió Muammar Al Gadhafi, en su "Libro Verde". Así, durante estos cuarenta años, en Libia no ha habido Parlamento, ni partidos, ni sindicatos, ni Constitución. Ha habido congresos populares, como mecanismo de democracia directa y asamblearia. Con ellos, decía Gadhafi, "el problema de la democracia en el mundo quedará definitivamente resuelto".
Siempre me dio miedo lo que quedaba definitivamente resuelto.
Más datos, para que vayamos comprendiendo: en la contraportada de la edición en castellano del Libro Verde, imprimida en Trípoli, dice así: " Al pensador Muammar El-Gadhafi le distingue el hecho de no ofrecer su pensamiento para la simple amenidad o la diversión. No lo hace para los aficionados a los salones, donde el pensamiento se transforma en acertijos que divierten a aquellos ociosos que se encuentran parados en la acera de la vida. El pensamiento de Muammar El-Gadhafi explica la vida y emana de su propia vitalidad, del corazón de los desesperados, de los oprimidos, de los tristes y privados, del corazón mismo de la realidad pujante, en permanente lucha en busca de un mañana mejor y más hermoso".
Siempre me dieron miedo los mañanas mejores y más hermosos.
Ya sabemos por qué Gadhafi está dispuesto a masacrar al pueblo de Libia: no es para conservar su poder; es para salvar al pueblo. Pienso en quienes esta noche no saben aún que mañana al atardecer van a estar muertos.
" En una noche infinita que va meciendo este gran ataúd donde olvidamos que el dia, es solo un punto, un punto de luz".