“Juro proteger el sistema de la República, respetar la constitución y la ley y guardar los intereses de la ciudadanía”. Así ha jurado el cargo Mansur, el presidente elegido por los militares egipcios.
Pero supongo que en la Constitución cuyo respeto jura, no está previsto que en caso de manifestaciones multitudinarias el Ejército pueda designar al Presidente.
Todos los golpes de Estado se presentan como medida necesaria para proteger a la República, el orden, la ley y la ciudadanía. Su premisa es, sin embargo, la constatación de que la Constitución es insuficiente para defenderse a sí misma. en situaciones "excepcionales". Y la pregunta es quién decide eso. Es una pregunta democrática que a veces se contesta por sí misma, en momentos de revolución o de golpes de Estado. Los hechos pasan por encima del Derecho, y punto. Y no hace falta ser puristas para no entusiasmarse con estas decisiones, por más que nueve cazas sobrevuelen plazas con estelas en forma de bandera entre el clamor del pueblo. Cuando el general Armada se sindicó con Tejero y Miláns, sólo quería suspender por un tiempo la legitimidad del gobierno constitucional a fin de "retocar" aspectos de la lucha contra el terrorismo y la organización territorial del Estado. Él estaba convencido de que se trataba de un servicio a España: a sus ciudadanos y a su orden constitucional. En aquél caso, más allá de sus peripecias, prevaleció la Constitución, y condujo a los infractores a la cárcel. Quisieron ser héroes, pero eran villanos.
Cuidado. Es posible que a veces el Ejército tenga más lucidez que el Gobierno. Es posible que esté más en sintonía con el pueblo que el Gobierno elegido en urnas. Pero si es así y deciden intervenir como lo han hecho, deberán saber que inauguran un régimen diferente, igual que lo inauguraría una revolución vencedora.
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