Es el título de un Cuaderno de 'Cristianisme i Justicia" firmado por José I. González Faus y contiene una interesante reflexión sobre la izquierda hecha desde la izquierda cristiana (o desde un cristianismo izquierdista). La principal idea puede resumirse asi: la izquierda naufraga porque ha olvidado la perspectiva de las víctimas y la confianza en los valores éticos que contínuamente está machacando, día a día, una economía basada en la codicia y en la eficiencia (explotación) a toda costa, convirtiéndose en una "izquierda de plástico" que no es sino una pseudoizquierda.
Para González Faus, la principal tarea de la izquierda, hoy, habría de ser la de reencontrarse con su fundamento clásico, es decir, la reacción indignada y comprometida frente a la inmoral desigualdad económica entre ricos y pobres, redimiéndose de su complicidad con el dogma de que el único modo de favorecer la prosperidad es el crecimiento económico basado en la competitividad. En su opinión, este reencuentro de la izquierda con su fundamento sólo puede venir de "exponerse en serio al impacto de las víctimas". Y desde la convicción de que lo injusto no puede ser necesario ni inevitable, porque ninguna víctima tiene la obligación de soportar esa condición, su empeño habría de ser, más que la erradicación de la pobreza, la "erradicación de la riqueza", porque a partir de ciertos niveles las grandes fortunas sólo provienen de la apropiación de algo que no les pertenece y están obligados a devolver. "Ser de izquierdas hoy -llega a decir- supone aceptar que nuestro mundo desarrollado debe bajar de sus niveles de riqueza".
No caeré en la tentación de interpretarlo o glosarlo. Se basta a sí mismo.
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