Casi nada que objetar a la creación de la plataforma "españa Ciudadana". Casi nada que objetar a que promueva y estimule el "orgullo de sentirse español". Casi nada que objetar a que pongan letra privada a un himno, ni a que llamen "España" al futuro de esto que es "España". Casi nada que objetar a que identifiquen "España" con derechos y libertades, o viceversa. Nada que objetar a la llamada al patriotismo. Casi nada que objetar a la reivindicación de España en "español", es decir, en castellano.
La única objeción es la metonimia de identificar la parte con el todo, que acaba convirtiendo el todo en una parte. Es decir, hacer grande el adjetivo empequeñeciendo el sustantivo. Es decir, convertir una bandera en un banderín y a España en una plataforma para ganar altura. ¿Qué ocurriría si ahora otros creasen una plataforma ciudadana llamada "Otra España", para pinchar ese globo? ¿Sería antiespañola y antipatriótica? Nada podría objetársele, ni siquiera la metonimia, porque al menos su nombre estaría admitiendo la complejidad. ¡Sin complejos!
Yo crearía la plataforma no metonímica “España-España-cañí”. Leo la argumentación judicial sobre la “credibilidad” de Rajoy y me digo a mi mismo, ole, leshe, qué me
gusta mi plataforma España. Resulta que si te pregunta el Juez si tú has cobrado alguna cantidad en negro y tú dices que no, tu credibilidad es cero, porque, claro, habría que ser imbécil para reconocer que has cobrado en negro , que has recibido un pago expuesto a tributación fiscal y por el que no has tributado. Olé el arte argumentario. Olé la inteligencia del Juez español haciendo preguntas cuya respuesta dice que es mentirosamente obvia
Un testigo sólo puede adoptar legalmente dos conductas: o decir la verdad o mentir, y si miente comete el delito de falso testimonio. Los jueces, cañís a tope, no dicen que Rajoy haya cometido falso testimonio, sino que no tiene credibilidad. Qué bien, qué inteligencia, qué cañís.
La valoración de una prueba testifical no puede llevar a su descalificación con argumentos absurdos, cual es que un testigo no tiene credibilidad si dice que nunca ha matado a nadie. Naturalmente, la respuesta del Juez a la pregunta de si lleva comisión por desprestigiar a Rajoy es obvia y, por tanto, es absurdo hacerla.
El descaro argumental es el primer problema español sigo XXI.
Hay una tercera posibilidad en la declaración de un testigo: que falte a la verdad pero no a sabiendas, en cuyo caso no miente. Incluso creo que habría una cuarta: faltar a la verdad a sabiendas para defenderse. Creo, dicho de otra manera, que mentir es faltar a la verdad a sabiendas y siempre que se tenga obligación de decirla. Me parece que se confunde mucho el concepto ‘faltar a la verdad’ con el de ‘mentir’, no son sinónimos.
Lo dijo Don Antonio Mchado:
En preguntar lo que sabes
el tiempo no has de perder,
y a preguntas sin respuesta,
¿ quién te podrá responder?