Sostengo que "España" es un valor relativo: más que su esencia me interesa su capacidad o idoneidad para concitar energías políticas positivas. Así ocurrió, por ejemplo, en la transición del franquismo a la democracia: la Constitución se basó en un concepto democrático de "España" que permitía interpretaciones en las que se sentían cómodos los republicanos y los monárquicos, los castellanos y los catalanes, los de derechas y los de izquierdas. El concepto "España" sirvió para unir fuerzas en pos de un objetivo superior: la superación de la dictadura y el restablecimiento de la democracia constitucional.Qué nostalgia de aquél "Visca Espanya" que se escuchaba en los mítines de los socialistas y comunistas catalanes, porque aquella España que se vitoreaba era la democrática, la grande, la que se enorgullecía de sus cuatro lenguas y de su historia "compleja", y no la otra, la que alineaba al Cid con Franco y sólo se enorgullecía de su pasado "glorioso".
Me gusta como patria una España grande. "Grande" en el sentido de amplia, no en el de imperial. Siempre pongo un ejemplo extremo y paradójico para explicar cuál es esa España: España es lo que une a un independentista vasco y un independentista catalán que se encuentran en Frankfurt o en Nueva York y hablan de "lo suyo". Por cierto, seguramente en español.
Quizás para que esa España se recupere fuese preciso ya un cambio constitucional. ¿Por qué no permitir una racionalización democrática de la aspiración de la independencia, estableciendo un procedimiento equilibrado que, en ciertas condiciones (mayoría cualificada, territorio bien definido, determinación clara de las consecuencias), permitiese la secesión? Así la independencia no sería un eslógan, un gancho electoral impune, sino un proyecto político sujeto al dictamen de las urnas, y por tanto, una palabra que ya no podría utilizarse en vano, porque obligaría a una definición clara y precisa. Y quizás, planteada la pregunta en serio, muchos que ahora no lo sospechan acabarían prefiriendo ser españoles. A lo grande, no a lo pequeño. Espanyoles.
Ojalá que lo que los catalanistas llaman "independencia" se convierta en una decisión de construir una España más grande. Ojalá no nos empequeñezcamos, como nos ocurrió a todos los ibéricos con la secesión de Portugal.
by Ernesto L. Mena
by Agustín Ruiz Robledo
by Maria Ppilar Larraona