Las siete respuestas del pueblo catalán.

Como es la noche más larga y las radios ya están apagadas, puedo dedicar un rato a intentar entender qué ha "dicho" hoy el pueblo catalán, fijándome en cosas que me interesan.

a) Una muy clara mayoría del pueblo catalán se ha mostrado en contra de la destitución del Govern por vía del artículo 155: lo rechaza un 55% de los catalanes, y lo ha apoyado un 43,5 (el 1,5 restante corresponde al PACMA, voto en blanco y otros), en unas elecciones en las que ha votado todo el mundo. Es claro también que al menos este 55% rechaza el Estatut como marco para las relaciones de Cataluña con el resto de España, y apoya un referéndum de independencia, así como que reprueban las acciones penales seguidas contra los miembros del Govern destituido. Esta es la única respuesta clara y contundente que ha dado el pueblo catalán, y sin duda ha de dársele valor.

b) Un 47.5% de los catalanes se pronuncia abiertamente por la independencia. Un 43.5% se ha pronunciado inequívocamente contra la independencia. El resto (Cataluña en Común, PACMA y votos en blanco) es de interpretación no inequívoca sobre este asunto. En todo caso, sigue sin poder decirse que la mayoría del pueblo catalán quiera la independencia. Y sobre todo, que al menos un 51% (aquí sí se incluye inequívocamente Cataluña en Comú) rechaza una declaración unilateral de independencia (es decir, una independencia sin previo referéndum legal y pactado).

c) La izquierda y centro izquierda (ERC, PSC, En Comú y CUP) ha obtenido, al menos, un 47% de los votos. La derecha y centro derecha (C's y PP) ha obtenido, al menos, un 29'6%. Si incluimos a todo JxCat en este bloque, alcanzarían un 51'2%, pero tengo dudas de que una significativa parte de votantes de esta candidatura puedan adscribirse ideológicamente al centro derecha (de hecho, todo indica que parte del electorado de ERC ha apoyado la lista de Puigdemont por razones más identitarias y simbólicas que ideológicas). Bastaría con creer que una séptima parte del voto a JxCat es de izquierda o de centro izquierda para concluir que Cataluña es mayoritariamente de izquierdas.

d) Ciudadanos se ha comido al PP en Cataluña, y ha impedido la recuperación del PSC, aglutinando el voto "fuerte" contra el independentismo, obteniendo una simbólica gran victoria electoral. Sin embargo, queda lejísimos de aspirar a gobernar Cataluña en mucho tiempo, puesto que su crecimiento no ha ido en demérito de quienes nunca le apoyarán, sino de quienes podrían apoyarle.

e) El independentismo ha alcanzado mayoría suficiente para formar Gobierno, controlar el Parlamento y reiniciar una política de separación de España, sin verse obligado a atemperar su pulso por la necesidad de contar con Cataluña en Común y acaso con el PSC. Fórmulas de gobierno de concentración que abarcasen desde ERC hasta el PSC, pasando por JxCat y Comunes, son obviamente posibles, pero no parecen probables. En manos de los independentistas está reincidir en vías que no cuentan con el 50% de voto (aunque sí de escaños) y que conducirían a un nuevo 155 que no consistiría, esta vez, en una nueva convocatoria inmediata de elecciones.

f) Un 69% de los votantes apoya la política lingüística seguida hasta ahora en Cataluña. Un 29'5% la rechaza.

g) Quienes defienden vías intermedias entre el mantenimiento (o incluso recorte) del Estatut y la independencia (En Comú y PSC) sólo han obtenido un 20'3% de voto. El otro 77'1% de los catalanes se siente bien instalado en una política de confrontación total entre bloques con posiciones maximalistas. Lo que indica que las soluciones de diálogo y negociación para encontrar un nuevo marco para la relación entre Cataluña y España no han sido apoyadas por los votantes. Cierto que esto puede resultar equívoco, porque nada impide pensar que una parte significativa del voto a uno y otro bloque aceptase una negociación como mal menor, y más bien haya querido fortalecer a su bando para ir con fuerza a la misma.

En definitiva, un triunfo electoral de Ciudadanos que puede tener más importancia en España que donde ha ganado; un hundimiento del Partido Popular que probablemente provoque un enroque en vez de flexibilidad política; una satisfacción democrática y moral de los independentistas que pueden verse tentados a otro órdago; un gran retroceso de la CUP; y una buena dosis de melancolía democrática para En Común y PSC. Nada más alejado de un cambio de ciclo.  A lo que cabe añadir que pronto tendremos noticias del Tribunal Supremo, y que probablemente no sean amables.

Al menos, no parece que haya habido ni ataques informáticos rusos ni pucherazos.