Lectores

Abrí un documento donde ir cosiendo cada una de las crónicas escritas que recibo de "Recuerda que yo no existo" y lo titulé "Lectores". Sin más orden que el cronológico: se van mezclando, así, maneras de mirar una novela tan distintas como la de un profesor de literatura y otro de Ciencias Naturales, un periodista y un diplomático, una abogada y un abogado, una enfermera y un escritor, un editor y un juez, un crítico literario y un científico... Amigos, pero también amigos de amigos, hijos de compañeros, madres de alumnos, lectores que no me conocen a los que les ha llegado la novela y han querido decir qué les pareció su lectura.

Me encanta ese documento. Hay elogios rotundos, hay preguntas, hay alguna reprimenda, dudas, hallazgos, sugerencias, interpretaciones. Compruebo que la novela no se clausuró cuando hice las últimas correcciones antes de la publicación, porque cada vez que alguien la lee todo vuelve a ponerse en movimiento, Matías vuelve a amar a Victoria en miradores o en Nerja, Susana vuelve a morirse, Jaime de Coslada vuelve a ser chantajeado, Ernesto vuelve a colonizar el alma de Matías, Granada y Almería se despliegan de nuevo como un tablero en el que sentimientos difíciles, emociones y venganzas se van a activar con el tamiz de la manera de ser de cada nuevo lector.

Ayer una chica me dijo que quería hablar conmigo. No nos conocíamos apenas. Estaba nerviosa, hasta que me lo soltó: "yo soy Victoria", me dijo. Y me contó su historia con su Matías, que todavía está a medias. Creo que no quería verse prisionera del desenlace que leyó, porque su historia todavía está viva, y vino a hablar conmigo para reivindicar su derecho a reescribirla. Estaba enfadada. Pero me regaló la foto con la que abro este post.

Gracias, "Victoria". Y a todos los que están reescribiendo esta novela.