Terminadas las cifras, Zapatero ha hablado en su discurso del estado de la nación de política, y lo ha hecho bien. Me ha parecido un excelente discurso de despedida. He visto a un presidente consciente de haber sido "desapoderado", por una globalización desordenada, de la "capacidad política de respuesta". Me quedo con esa frase, que me parece un cabal y lúcido resumen de lo que (le) ha ocurrido. Ha sido un acuse de recibo en toda regla de la más consistente crítica que, por el lado de los ciudadanos, han recibido las reformas "necesarias" que ha debido tomar para evitar el desastre: si son "necesarias" no son políticas, porque la política es la elección entre varias opciones posibles desde objetivos o principios recognoscibles. Si son "necesarias" hay que mirar atrás para ver por qué la democracia, como procedimiento de toma de decisiones públicas, cada vez tiene más recortes. Porque lo grave de los recortes sociales son su trasfondo político: el recorte de la democracia.
Un presidente "desapoderado" por los mercados lo ha dicho. Esta podría ser una de sus grandes aportaciones. Yo quiero subrayarla. Tardó en reconocer la crisis económica; hoy, al menos, ha reconocido la crisis política. Lo que me pregunto es si en los próximos meses, en los próximos años, se van a acometer en España y en Europa por fin reformas ambiciosas para paliar la crisis... política. La verdadera.
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