Ya ha asomado un atisbo de disputa en el terreno de los lemas y los eslóganes: si uno (Madina) empleó el término "shock de modernidad", el otro (Pedro Sánchez) se ha apresurado a decir en una entrevista digital que no pretende un shock "traumático", sino un "cambio profundo".
Ese es el tipo de debates de los estamos muy, muy cansados. Y si ese va a ser el terreno de discusión entre los candidatos a Secretario General en el Partido Socialista, entonces dejará de interesarme por completo y prestaré muy poca atención.
Me interesaría más un debate sobre cuáles son las dificultades y qué posibilidades hay de introducir políticas de igualdad eficaces (y no retóricas) en una Europa acorralada por la competencia con economías emergentes sin apenas costes sociales. Quisiera cerciorarme de si los candidatos se han dado cuenta de que el capital ha logrado imponer sus decisiones fuera del marco de cada Estado, que tantos límites llegó a ponerle en nombre de la democracia, y si tienen respuestas socialdemócratas ante una realidad tan determinante. Me interesaría más un contraste de opiniones sobre cómo conseguir una mayor participación de los ciudadanos en ciertos ámbitos de la política, una vez que los partidos dejen de monopolizar y acaparar todo el espacio público. O sobre en qué propuestas concretas de cambio constitucional se sienten en disposición de empeñar a todo un partido como el PSOE, y en cuáles no. Me gustaría conocer el talante con el que se enfrenta cada uno al enorme problema que ahora tiene España, que se llama el impulso independentista catalán, sin que se limiten a utilizar el "federalismo" como palabra mágica: ¿aceptan un derecho de autodeterminación reglado?; ¿qué niveles competenciales alterarían respecto del Estado de las autonomías actual? ¿Les parece justo el actual modelo de financiación? Quisiera saber qué grandes líneas de política fiscal manejan unos y otros. En qué ámbitos están dispuestos a llevar al partido a compromisos de Estado, y en cuáles no. Si van a reformar la legislación hasta permitir mayor poder decisorio de los votantes (listas abiertas) o si sólo van a retocarla para que nada cambie. Cómo y con qué instrumentos piensan enfrentarse a la terrible inercia de los aparatos (locales, provinciales, regionales) que son por lo general "conservadores" (de sus puestos de trabajo, de sus camarillas, de sus favores y rencillas), sean o no conscientes de ello. Qué suelos rígidos (derechos) y qué líneas rojas van a defender frente a la tendencia neoliberal a la "flexibilidad" del mercado de trabajo. Si van a corregir o no la devaluación salarial impuesta por nuestros prestamistas. Cómo creen que puede crearse empleo sin precarizarlo. Si van a permitir que España y sus empresas vendan armas a cualquier comprador. De qué manera van a crear barreras de resistencia frente a la tentación de corrupción: a qué se refieren cuando dicen "transparencia" y cuando dicen "honestidad". Qué no están dispuestos a decir aunque el sociólogo de cabecilla les asegure que les dará votos.
Es verdad que el candidato Pérez Tapias está queriendo situar el debate en ese terreno, probablemente porque su candidatura es la más ideológica. Harían bien Madina y Sánchez en mirarlo de frente y responder a sus preguntas. No todas las respuestas de Pérez Tapias me gustan, pero sí todas sus preguntas, porque son preguntas que mucha gente se viene haciendo desde hace mucho tiempo. Ojalá que las palabras "modernidad", "federalismo", "progresismo" "transparencia", "cambio" e incluso "socialismo" no sean subterfugios para esconder las respuestas que no se tienen. Porque a la socialdemocracia española lo que más falta le hace no son ni siquiera votos: es una identidad clara y perceptible; algo que pueda escogerse o rechazarse sobre la base de razones, y no de calculados malentendidos.
Exactamente esas son las preguntas a las que no dieron respuesta convincente otros partidos socialdemócratas europeos que han acabado en el extra-radio de la política, y sobre las que se está pasando minuciosamente de puntillas en este proceso
"Minuciosamente de puntillas", qué bueno…
Saludos.