"Cuando siempre era verano" es la historia de cualquiera de los que hemos tenido la dicha de crecer en familia.
Me ha transportado a mis años de niña, de joven adolescente, cuando todo era felicidad y no había nada mas importante que mirar las estrellas y pedir un deseo, seguros de que si cumplíamos todas las reglas se haría realidad.
Perfectamente entrelazada, con una redacción que me ha recordado a Delibes y una prosa que me ha dejado impresionada y que he disfrutado al máximo.
Se desarrolla gran parte en Valladolid, ciudad que conozco, esto permitió que disfrutara cada descripción del Pisuerga, de una y otra orilla, de sus calles, del Duero.
El agotamiento que borró como una goma de escolar todos los recuerdos de María Jacinta me conmovió al punto del llanto; esta mujer llena de vida, pilar de una familia, no nos deja dudas de lo efímero e impermanente y eso me conmueve porque hacemos casi nada, vivimos como si fuésemos a ser eternos, y como si cada momento no fuera único e irrepetible. La vida nos regala momentos que no podemos capturar ni guardar en una gaveta.
Un secreto que te sorprende y da respuesta a toda una serie de cuestionables en el libro. El tío Anselmo me recordó a mi querido tío , y así he tenido la sensación de que algunos en el mundo por alguna razón tenemos una vida parecida, las historias se repiten exactamente igual y no logró comprender a que responde.
El libro ha sido una apertura a intentar encontrar respuestas a algunas preguntas además.
Irene y Juan vaya dos tan bonitos; y no digo más porque decir mas sería develar una historia que debe ser leída.
Me ha encantado, gracias Maave, porque por tu pasión por este libro la he hecho mía, gracias al autor, a quien he tenido la oportunidad de conocer y a quien agradezco unas horas de buena historia. Me confirmo tu lectora, me gusta la gente sensible y esa sensibilidad que emerge de ti y que se siente además cuando se te mira a los ojos en una charla es imperdible.
Creo Miguel que ya es nuestro libro, hasta hace dos meses era sólo tuyo...
Me debía esta reseña, no a ti, a mi misma, porque quiero ganarle a la impermanencia y porque me da la gana.
Carmen Lezcano, 16 enero 2018.
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