Tierra.

Noche calurosa. Ventanales abiertos al aire quieto. Luna llena. Y sin embargo, esto es sólo aquí. En otras partes es de día, en otras partes es invierno. Los aviones cruzan el día y la noche, el verano y el invierno. En algún lugar está amaneciendo. Puede que en Buenos Aires se haya hecho de noche y alguien esté viendo llover desde la ventana, todavía a 22 de julio: aquí ya es 23. Uno cree que todo el mundo está escuchando estos grillos, pero no es verdad. Cada uno en su instante hacen un instante global incomprensible, al que llamamos Tierra. Sólo los que todavía estamos despiertos en esta parte en la que es de noche y es verano nos damos cuenta.

2 Respuestas

  1. Un relato breve pero precios…
    Germán

  2. Anónimo

    Y aún sigue girando.

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