Con el nuevo escaño por los pelos para el PSOE de Asturias, todo queda pendiente de la decisión de un diputado de UPyD, que puede dar el gobierno a la derecha o a la izquierda. Terrible escenario para un partido que juega a ser al mismo tiempo un poco de derechas y un poco de izquierdas, pero no demasiado para no perder por acá lo que pueda ganarse por allá. Llega la hora de decidir, de definirse, de pronunciarse. No hay excusa aritmética: tantas razones tendrá UPyD para apoyar la coalición PSOE-IU como la coalición PP-FAC, porque tienen el mismo número de escaños (22). La elección será una "tragic choice", una elección de preferencias. Peter Pan debe elegir. Habrá que estar atentos a qué aspectos son los que UPyD considera decisivos para orientar sus preferencias de gobierno. Eso contribuirá a que en las próximas elecciones el votante de UPyD sea más consciente de qué es lo que está votando. Al final, pues, la decisión de Cascos de forzar nuevas elecciones habrá servido para algo que no imaginaba: para que los difusos colores de UPyD se vayan ajustando en sus contornos a un dibujo algo más preciso.
Miguel Pasquau
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‘Tragic choice’
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