Volver a empezar.

¿Qué significa resurrección?

Si intentamos dejar a un lado nuestra ansia de sobrevivir y nuestro miedo atávico a la muerte, si despejamos la hojarasca de momias, de reencarnaciones y de fantasmas flotantes, si no nos conformamos con imágenes poéticas sobre la huella de los muertos, ni con el recurso a lo mágico revestido de sobrenatural, encontraríamos acaso una manera de entender el sentido humano de la resurrección.

Resucitar es volver a empezar.

Cada uno a su manera: Jesucristo resucitó sin duda en los suyos, cuando comprendieron que todo lo que dijo y todo lo que hizo era un dispositivo preparado para después de su muerte, dejado en sus manos.  Tú y yo, que todavía estamos aquí, repensando lo que nos queda por vivir, mucho o poco (¡aunque sea un frágil hilo de seda!), para darle un sentido definitivo. Ya lo escribí una vez: vivir sin miedo a morir, para morir sin perder la vida.

¿Es poco? ¿Necesitamos imaginarnos vivos para siempre después de la muerte? Claro que sí, pero de momento no podemos hacer otra cosa,  que yo sepa. Será poco, pero es algo. Y sobre ese algo puede colgarse el misterio, según la fe y la experiencia de cada uno.